miércoles, 19 de marzo de 2014

Tragedia en Treviño

 
Hoy nos despertamos con la noticia del fallecimiento de una niña en el Condado de Treviño, provincia de Burgos. Según informan diferentes medios de comunicación, la familia solicitó al servicio de emergencias de Osakidetza (País Vasco) una ambulancia para trasladar a la pequeña. Siempre y según versión de los medios, se les hizo negó, argumentando que el vehículo debía de desplazarse desde la localidad de Miranda de Ebro. Finalmente, la familia traslada en su vehículo particular a la pequeña al Hospital de Txagorritxu donde horas después falleció.
Ante estos hechos tan graves, las autoridades han decidido abrir una investigación (Faltaría más, pero llega tarde para esa niña y para sus familiares). En un juicio previo y a la vista de la información facilitada, todo parece indicar que, al menos, hubo una falta de coordinación o una descoordinación entre administraciones y/o servicios de emergencias, independientemente de cuáles sean las conclusiones de la investigación.
Todo ello nos lleva a reflexionar sobre el modelo social y territorial de España y cuáles pueden ser sus consecuencias. Sin duda, tenemos un modelo descentralizado que funciona y que ha servido para acercar los servicios al ciudadano. Sin embargo, si continuamos anteponiendo criterios de territorialidad, a criterios de solidaridad en cuanto a la prestación de servicios sociales y asistenciales de primera necesidad, el que caso que hoy nos ocupa, desgraciadamente,  se repetirá en más ocasiones.
Debemos plantearnos si los criterios utilizados son los adecuados y si han de primar los intereses o la burocracia territorial, sobre los intereses, derechos y servicios prestados a los ciudadanos. Conviene recordar los artículos 2 y 14 de nuestra Constitución:

Art. 2 La Constitución se fundamenta en la indisoluble unidad de la Nación española, patria común e indivisible de todos los españoles, y reconoce y garantiza el derecho a la autonomía de las nacionalidades y regiones que la integran y la solidaridad entre todas ellas.

Art. 14 Los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social.
 
De su análisis desprendemos dos conceptos que los nacionalismos e independentismos se han encargado  de dinamitar y que en ocasiones, los partidos mayoritarios han sido laxos la exigencia de su cumplimiento: SOLIDARIDAD ENTRE LAS REGIONES/NACIONALIDADES E IGUALDAD DE TODOS LOS ESPAÑOLES.
Sobre estos dos pilares debemos construir una España Social, Solidaria, Integradora y a la vez Descentralizada, con Autogobierno para los Territorios que la componen. Si falla uno de estos dos pilares, fallará el sistema y el modelo de convivencia, tal y como lo ha hecho en esta ocasión.
Sobre la mesa quedan las dudas de cuál habría sido la suerte de la niña en caso de que se hubiese producido una coordinación adecuada y nos surge una exigencia a las administraciones, a sus responsables y a las personas que finalmente deben aplicar las normas:
 ¡ESTAMOS HABLANDO DE PERSONAS!  
Pensemos, Legislemos y Gobernemos para PERSONAS.

No hay comentarios: