En la
jornada de ayer las y los valencianos tuvieron la oportunidad de elegir al
candidato del PSPV a las elecciones autonómicas en un proceso democrático,
transparente y abierto. En el mismo decidieron participar de forma voluntaria y
previa inscripción 66.000 personas, entre las que se incluían los 16.000
afiliados del partido. Finalmente del
total del censo la participación superó el 80%. Desde hoy el PSPV-PSOE cuenta
con un candidato respaldado democráticamente por una cifra de personas que
duplica el total de militantes del partido.
Ha de ser
motivo de orgullo para las y los socialistas el éxito de un proceso novedoso,
que con sus defectos o con los peros que queramos ponerle, da respuesta a la
demanda de participación directa de la sociedad en las decisiones de los
partidos.
Habrá quien
critique estos procesos, lo harán por su organización, por la participación,
por el grado de apertura, por el resultado y por un largo etcétera que se nos
pueda ocurrir. Lo harán desde afuera quienes quieren darnos lecciones de
democracia y participación, también quienes hablan de horizontalidad en la toma
de decisiones, pero que luego en sus casas toman las decisiones bien por
“Dedocracia” o bien por imposiciones o equilibrios. Incluso los habrá que nos
critiquen duramente y sin embargo, en sus casos, resuelvan las diferencias en
los tribunales. ¿Por qué lo harán?
Porque ha
sido el PSOE el que ha propuesto este modelo de participación ciudadana, porque ha
sido el PSOE el que se ha arriesgado. En definitiva “porque ha sido PSOE” y eso
chirría mucho a izquierda y derecha, porque desmonta tópicos y calumnias
achacados el PSOE, porque desmonta el PSOE y PP “la misma mierda es” y porque
con estos procesos taparemos la boca a muchos voceros que entienden la
democracia como un embudo con el lado ancho para sus actuaciones y el estrecho,
no ya sólo para los demás, si no para el PSOE.
Ante las
posibles críticas, las y los socialistas debemos sacar pecho y decir las cosas
claras:
- Militamos en un partido democrático, que siempre ha sido democrático, que siempre ha tenido unos procesos internos, unos estatutos y unos órganos de decisión democráticos, que acatamos, respetamos y contribuimos a crear o modificar, con la lealtad y la libertad con la que ejercemos nuestra militancia.
- El proceso de primarias es una herramienta más, un nuevo modelo de participación democrática, que las y los socialistas nos hemos dado y que en determinados casos hemos decidido abrir a la sociedad.
- Todos y cada uno de los procesos democráticos de primarias que se van a poner en marcha tendrán para nosotros la misma legitimidad. Tanto los abiertos a la sociedad (Valencia o Baleares) como los que se celebren de acuerdo al modelo clásico de primarias entre la militancia (Aragón o Murcia) ¿Por qué? Porque todos son fruto de la libertad de elección que nuestros órganos internos otorgan a cada federación.
- Las personas que quieran, cumplan los requisitos y los procedimientos establecidos, podrán participar en las elecciones primarias que se celebren en los diferentes ámbitos, en función del grado de apertura que cada territorio establezca.
- Ninguna otra fuerza política en España, hasta la fecha, ha hecho un ejercicio de apertura tal y como el que está en marcha en el PSOE, por tanto, lecciones las justas, de democracia menos aún.
Ahora la
prioridad es lograr una mayoría política de centro izquierda en el Parlamento
Europeo y en otoño, el partido tendrá de nuevo la oportunidad de demostrar su
compromiso con la participación ciudadana en la toma de decisiones en las
primarias abiertas para la elección del candidato o candidata a presidir el
Gobierno de España. Ahí tendremos una nueva oportunidad, con repercusión
internacional, de demostrar la limpieza, transparencia y participación
ciudadana del proceso de primarias, para lo cual debemos de exigirnos
pulcritud, responsabilidad, debate y ejemplaridad. Desde ese momento debemos
ser una única voz, con un único mensaje, detrás de nuestro candidato o
candidata.
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