jueves, 26 de septiembre de 2013

Renace el Fantasma Totalitario en Europa




El sueño europeo, aquel ideal de unión que pretendía poner el punto final a un siglo de cruentos enfrentamientos, se plasmó en la Unión Europea. En las décadas pasadas una inmensa mayoría veíamos a Europa como ese paraíso al que acceder, ese selecto club de prosperidad, trabajo y oportunidades, ese club de las subvenciones, de la convergencia. Todos queríamos pertenecer a ese idílico proyecto económico-político, porque veíamos un modelo de progreso social, de libertades, de ilusión compartida y de garantía democrática.

Sin embargo, las decisiones políticas poco acertadas, por no decir desafortunadas, el intento de Constitución sin llegar a serlo, la no cesión de Soberanía a la UE, la ampliación a nuevos países y el nacionalismo estatal en muchos lugares, hicieron que ese sueño se fuera desvaneciendo.
A todo ello debemos unir el crack en la economía global y las erráticas salidas planteadas desde la Europa rica, donde primaron los intereses nacionales por encima de los intereses del conjunto de Europa. Recibía en ese momento la UE una estocada profunda e hiriente y que pondría un punto, que no sabemos si seguido o final, a aquel bello sueño del siglo pasado.  
Hoy miramos nuevamente a Europa y encontramos un conjunto de países desnortados, inmersos en reformas que ahondan más aún en la penuria de sus pueblos, que han pasado a un segundo plano (por delante tienen al sector financiero).

Como un cáncer en un cuerpo moribundo, enfermo y rendido, una nueva crisis sacude Europa: la crisis del odio racial, la xenofobia y la discriminación social. Los grupos neonazis, fascistas y de extrema derecha se están rearmando política e ideológicamente, como cebo utilizan el que siempre les ha funcionado, el que en el pasado les llevó a conquistar el poder bien por las urnas o bien por la fuerza: el odio al diferente, al extranjero, al pobre, al disminuido.



Amanecer Dorado en Grecia, grupos ultra en Italia, en Francia, en Hungría, las nuevas propuestas de expulsión de gitanos de Francia, ponen de manifiesto que la teoría totalitaria, aria y asesina, se está asentando de nuevo en la vieja Europa.
Hoy como ayer, todo comienza por pequeños actos de protesta, con ataques a los más débiles, con discursos fáciles y populistas, con pequeños triunfos electorales. Pero todo ello, puede desembocar en un mal que colapse nuevamente a Europa, que nos coloque al borde del precipicio, que nuevamente nos lleve a enfrentamientos violentos y bélicos.
En la mano de los/as gobernantes europeos está la posibilidad de erradicar el mal, de evitar que siga propagándose entre quienes más están sufriendo la crisis, para que no sirva de caldo de cultivo ideológico a este nuevo totalitarismo que vemos emerger poco a poco en nuestras calles.
Ha de buscarse una solución europea y global, que evite por todos los medios nuevos enfrentamientos entre europeos. El sueño europeo económico se ha quebrado, el político no ha llegado a nacer y en estos momentos el social corre el riesgo de terminar por destruir todo lo demás.
¡Despierten Gobiernos Europeos! ¡Despierten Autoridades Comunitarias! ¡Despertemos el conjunto de la Sociedad Europea!
No van a venir a por los más débiles, no van a venir a por los diferentes, tampoco lo harán contra los que piensan diferente. No lo van hacer, PORQUE YA ESTÁN AQUÍ, cada uno/a de nosotros/as tenemos la obligación de no mirar hacia otro lado y ponerles freno.

¡No al Totalitarismo!
¡No al Racismo!
¡No a la Discriminación!
¡No al Odio!


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