Entramos en la recta final de la campaña y llega el momento de analizar las propuestas y decidir, si no lo hemos hecho ya, el sentido de nuestro voto. Llegados a este punto siempre surge la misma pregunta ¿Será útil mi voto?
Y aquí cada persona valora de forma diferente la utilidad de su papeleta y por ello deberán de valorar las consecuencias de ese voto. En función del valor que cada persona concede a su voto podemos clasificarnos en:
Quienes no van a votar. Estas personas probablemente estén en contra de las medidas que se toman en Europa, probablemente también sufran sus consecuencias, sin embargo, optan por protestar en bares, restaurantes, reuniones, en lugar de tratar de cambiar su situación con voto. Serían los PROTESTONES PASIVOS.
Quienes acuden a votar. Estas personas deciden ejercer su Derecho Fundamental del voto. Tienen conciencia ciudadana y entienden el libre ejercicio de este derecho como una reafirmación en su condición de ciudadanos/as. Serían los/as CIUDADANOS EJERCIENTES.
Dentro del grupo de CIUDADANOS EJERCIENTES, los habrá que se encuentren cómodos en la situación que vivimos, apoyen los ajustes, la Troika y la Imposición del Sistema Financiero, también los habrá que no comparten en absoluto este modelo de Europa que la Derecha ha instaurado en los últimos 15 años en los que ha ejercido su poder. Podemos clasificar a estos CIUDADANOS EJERCIENTES en:
Quienes optan por el voto conservador. Estos votantes acudirán a votar a su candidato haga lo que haga, diga lo que diga, robe lo que robe o lo condene quien lo condene. Porque estos votantes no tienen espíritu crítico: Votan “A los Suyos”. Por más, que “Los Suyos” en realidad lo sean de sí mismos y sus negocios. Estos son los VOTANTES CONFORMISTAS.
Quienes opten por posiciones novedosas, por pequeños partidos o por mediáticas candidaturas, en un sentido de modernidad y cambio. Sin embargo, estos electores no hacen una visión de conjunto y tampoco consideran que su voto vaya a ser trascendental, por ello están dispuestos a que su voto contribuya a incrementar la ventaja de la primera fuerza sobre el resto. Son los VOTANTES EXPERIMENTO.
Quienes voten por opciones progresistas. Son ciudadanos críticos siempre, con el oponente y con sus propios partidos próximos. Es una condición inherente a la izquierda, sin esta cualidad la izquierda dejaría de existir. Son los VOTANTES INCONFORMISTAS. En ocasiones estos ciudadanos abandonan sus posiciones tradicionales por su descontento y se convierten en VOTANTES EXPERIMENTO.
El próximo domingo 25 de Mayo debemos convertirnos en CIUDADANOS EJERCIENTES, DEBEMOS VOTAR. Porque nos estamos jugando no sólo el futuro de Europa, que también, si no un MODELO DE EUROPA.
Es IMPRESCINDIBLE tratar de ROMPER la MAYORÍA CONSERVADORA de los últimos 15 años. Debemos pues DERROTAR a los CIUDADANOS CONFORMISTAS y lograr una UNIDAD de los VOTANTES EXPERIMENTO Y LOS VOTANTES INCONFORMISTAS. ¿Por qué?
Para dar a nuestro voto la mayor UTILIDAD POSIBLE. Los Experimentos están bien en otros ámbitos científicos, pero en el ámbito político nos debemos mover con una visión y vocación de MAYORÍA. Hoy por Hoy, esa mayoría está en manos de la DERECHA que UNIFICA SUS VOTOS, por la naturaleza de sus votantes. Corresponde a la IZQUIERDA, y en particular a la fuerza SOCIALDEMÓCRATA construir esa EUROPA ALTERNATIVA: LA EUROPA SOCIAL.
Pongamos en valor nuestro voto, dotémoslo de FUERZA Y REPRESENTATIVIDAD y RESPALDEMOS a la fuerza con CAPACIDAD REAL: El Partido de los Socialistas Europeos. Imaginemos un Europarlamento con un Partido Popular con muchos Eurodiputados y enfrente pequeños grupúsculos de Eurodiputados ¿Servirían de algo las voces críticas si no tienen fuerza?
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