Hoy la noticia sobre Chipre nos dice que l@s chipriotas sólo podrán acceder a 100 euros por día en los bancos del país y al capital que ell@s mismos habían ahorrado. Arrastramos un periodo vergonzoso para una UE que no ha sabido llevarnos a una consolidación de derechos, deberes, cuentas y armonización fiscales que nos presenten como un poder más en el Mundo globalizado.
Chipre es el último de los fracasos de la UE,
tras los infructuosos rescates en Grecia, Italia, Irlanda, Portugal o España.
Desde este blog se ha apelado desde el inicio de la crisis a una visión europea
del problema y a una solución coordinada y contundente. En cambio Alemania
convertida una vez más en dueña y señora del futuro europeo, ha decidido hundir
a sus supuestos socios, a fin de salir reforzada de la situación.
Nadie discute ya que
Alemania y Merkel ordenan y mandan en la UE, secuestrada y silente ante el
apabullante dominio alemán. La imposición de gobiernos en Italia y la presión
sobre Grecia, han llevado al resurgir de movimientos totalitarios fascistas,
que creíamos desterrados de la vieja Europa tras la Segunda Guerra Mundial. Y
nuevamente fruto de los errores cometidos por Alemania.
Si analizamos la evolución
de las primas de riesgo de los países con problemas, la deuda soberana y sus
poseedores y la intención de voto o la popularidad de la señora Merkel y su
partido, observamos que están relacionados de una forma directa o proporcional.
De modo que la Europa del Siglo XXI se hunde para ensalzar y entronizar a la
Canciller todopoderosa alemana.
Atrás quedó el sueño de
much@s de construir una Europa social, laboral y fiscal, unida y solidaria. Los
intereses nacionales y los de Alemania sobremanera, priman sobre cualquier otra
circunstancia y cada movimiento dentro de la UE ha de ser aprobado previamente
por Merkel.
Sin duda el caso de Chipre
se ha convertido en un problema, pero tengamos en cuenta que un problema
pequeño en cuanto al peso de su economía en el global de la UE. Sin embargo,
esa característica permite a Merkel “ensayar” otras formas de rescate, sin
temor, a priori, de contagio a otras latitudes. Nuevamente infravalora la
repercusión de sus erráticas decisiones. ¿Cómo no van a tener temor los
ahorradores europeos si ven como la garantía de depósitos de 100.000€ ha sido
puesta en duda? ¿Cómo no van a producirse reacciones ante el primer “corralito”
europeo? Si siempre nos habían manifestado lo sagrado de nuestros ahorros y la
libertad de mercado.
Toleraron durante años los
desmanes en los “paraísos fiscales” internos de la UE, toleraron la competencia
desleal entre países con la ausencia de
impuestos, toleraron el endeudamiento desmesurado, en España la burbuja inmobiliaria,
pero también otras burbujas que se alimentaron en la UE como la tecnológica o
la de alimentos y materias primas, en base a una libertad de mercado, que nada
tenía que ver con los principios de solidaridad y progreso común con los que
muchos identificábamos a Europa.
Hoy recogen los frutos de
esos fracasos y quieren hacer partícipe a la ciudadanía de sus errores y pagadora
de los mismos, como si en algún momento nos hubiesen preguntado qué modelo de
Europa queríamos o si apoyábamos determinadas medidas.
El futuro de Europa pasa
por un Gobierno Europeo Fuerte, pero con una altura de miras que le permitan considerar
Europa como un conjunto, no como la unión de varios diferentes, en los que los
débiles sean sometidos a los designios, intereses o abandonos de los poderosos.
Mientras, no seremos una verdadera fuerza mundial, somos muy pequeños en el
conjunto del Mundo y no tenemos una voz común, lo que nos hace más irrelevantes
todavía.
Se hace indispensable y
urgente un Parlamento Europeo con capacidad de decisión, conocedor de la
realidad global y particular de la UE y que los partidos que lo componen
defiendan los valores de sus ideologías y no los intereses particulares de sus
regiones o países.
Chipre es la punta de
lanza y el laboratorio de un nuevo modelo de gobierno en Europa y además
pretenden convertir la solución en un ejemplo y amenaza al resto de países débiles.
Sin embargo, obvian los poderosos que con la profundización de la crisis cada
vez somos más los países débiles y sólo quedan un puñado muy pequeño de
poderosos. Ni que decir tiene la posición del euroescéptico Reino Unido, que
desde la City ha torpedeado y ha ahondado en el hundimiento de muchos “socios”
europeos, en beneficio propio o de intereses de los poderosos que operan en la
misma. Al menos en el Reino Unido no se ponen la careta de Europeos y luego nos
dan la puñalada por la espalda, actitud esta que es de agradecer.
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