25 de Marzo: Elecciones en Asturias

El Señor Cascos haciendo, una vez más, gala de su enorme personalidad, ha decidido convocar elecciones autonómicas para el próximo 25 de Marzo. Desde que comenzó a gestarse el partido populista a su imagen y semejanza FAC (Foro Asturias Ciudadano = Francisco Álvarez Cascos), Cascos se ha empeñado en imponer sus planteamientos a propios y ajenos, así prefirió su salida del PP, por la negativa de la dirección a concederle la cabeza de lista al Principado.

Luego se dejó querer por un sector conservador rural, que se dejó arrastrar por la ola de populismo y novedad que significaba una nueva fuerza en Asturias, que a demás apelaba al arraigado sentimiento de Asturias como parte de España. Cascos basó su campaña en desprestigiar al sistema en general y a los partidos existentes en Asturias en particular. En definitiva, Cascos decía lo que la gente quería oír y a la vez prometía lo que la gente quería que un político prometiese.

El resultado fue que tras las elecciones de Junio se vio con opciones de gobernar en ayuntamientos importantísimos como Gijón, con el apoyo de los Populares. En la Junta con 16 diputados, si bien no había sido el partido más votado, había obtenido un diputado más que la FSA-PSOE, lejos aún de los 23 diputados que constituirían la mayoría absoluta.

La FSA-PSOE esperaba un gran pacto en Asturias de la derecha, dado que sus programas eran hermanos gemelos y hasta hacía unos meses populares y foristas habían sido compañeros de fatigas. En un error de cálculo garrafal, la FSA-PSOE decidió no presentar candidato a la Presidencia del Principado, justificándolo en que se debía respetar la voluntad popular de que gobernase la derecha en Asturias y aún a sabiendas de que el otro partido de la izquierda parlamentaria, le instaba a Presentar una alternativa, incluso estaban dispuestos a reeditar un pacto de gobierno, tal y como había sucedido en las legislaturas pasadas.

Nada más tomar posesión, el señor Cascos comenzó a tratar de destruir proyectos colectivos de Asturias y desprestigiar el trabajo realizado por el resto de grupos parlamentarios. Así se encargaron auditorías internas en todas la áreas y aún sin haber obtenido los resultados, los consejeros comenzaron a enmierdar la política, así se encarga de tratar de destruir proyectos como la RTPA, el Centro Niemeyer, La Semana Negra de Gijón, la ZALIA, el HUCA, y un largo etc.

Aislado por completo de la realidad Asturiana, vive en un hotel en el Centro de Oviedo y como aquellos indianos influyentes que llegaban después de haber hecho las américas, pretendía volver a su tierra y recibir el respeto y admiración de sus paisanos.
Una y otra vez el otro partido de la derecha asturiana, se ofrecía para facilitar la gobernabilidad de la región con un pacto de legislatura. Pero una y otra vez más el señor Cascos se empeñaba en imponer sus planteamientos, sin dejar resquicio a la negociación, tal y como si gozase de una holgada mayoría absoluta.

La estructura de partido vertebrada entorno a un líder supremo, que toma las decisiones en todas y cada una de las materias de gobierno, hace que sus consejeros parezcan muñecos o portavoces del dueño y señor de sus destinos. Así se han dado situaciones en las que un/a consejero/a afirmaba la puesta en marcha de una medida y al instante era rectificada, por mandato divino del dueño y señor.

En ningún momento pongo en duda la capacidad de trabajo de ningún miembro del gobierno y no dudo que muchos podrán ser personas de reconocido prestigio en sus campos, pero lamentablemente para Asturias, eso no es suficiente para llevar a cabo una correcta gestión en la Administración y en muchos casos esos profesionales se han visto eclipsados por el todopoderoso Rey Sol.

Llega el momento de presentar los presupuestos y una vez más el líder supremo decide imponer su voluntad, sin tratar de llegar a ningún acuerdo con la oposición y pese a que una vez más la oposición más afín ideológicamente, le sigue tendiendo la mano.

Opta el señor Cascos antes que por el pacto, por las elecciones, primera ocasión en que una autonomía lo hace anticipadamente, sin contar las llamadas históricas, con su ego por delante, aspira a presentarse como la víctima de un contubernio “duernario”, a fin de lograr el respaldo mayoritario de los asturianos. El adalid de la austeridad, del control del gasto, prefiere derrochar en unas elecciones (aún queda por justificar quién financió sus anteriores campañas) antes que llegar a un acuerdo. Es más su superego le hace afirmar sin sonrojarse: “Sin presupuesto, no hay programa de gobierno”. A lo que muchos nos preguntamos ¿Será que no tenía programa de gobierno? Porque de todos es sabido, que el presupuesto no es más que la plasmación económico financiera de un proyecto político.

Hemos tirado al menos un año a la basura en Asturias, con una administración parada, más aún en estos tiempos de crisis con 90000 asturianos en paro. No podemos permitirnos perder ni un minuto más, es tiempo de que todos los grupos políticos se pongan a trabajar para sacar a esta región adelante y es tiempo también de que los asturianos reflexionemos sobre cuál es la región que queremos.

Espero especialmente el compromiso de la FSA-PSOE con Asturias de modo que se presente un/a candidato/a serio/a, responsable y que trate por todos los medios democráticos de alcanzar el gobierno del Principado, siempre que exista la posibilidad real de alcanzarlo. Los electores no tolerarían una vez más un error como el cometido el pasado Junio, por tanto, pongámonos a trabajar por elaborar un proyecto solvente, creíble y realizable, para recuperar la confianza mayoritaria de los asturianos. A pesar de haber logrado ser el partido más votado el pasado Junio, debemos tener claro que el programa presentado a la ciudadanía no contó con el voto de la inmensa mayoría, por tanto, debemos realizar un cambio importante en el mismo, de modo que la puesta en marcha del mismo se pueda llevar a cabo cuanto antes.