"Se abrirán de nuevo las grandes alamedas por donde pase el hombre libre, para construir una sociedad mejor".(Salvador Allende)
miércoles, 10 de agosto de 2011
Visita Papal
Este fin de semana asistiremos a las JMJ en Madrid. Las instituciones han negado cualquier tipo de financiación a este acto público de una religión. En principio, en un Estado Aconfesional como el nuestro (que no Laico), sería motivo de orgullo. Sin embargo, esta afirmación carece totalmente de sentido, por la prostitución de la política que nuestros dirigentes practican.
Bien es cierto que “aparentemente” no van a aportar dinero público “en metálico” a este acto. Sin embargo, la cesión gratuita de espacios públicos, la cesión de colegios para albergar a los peregrinos, el corte de las calles, la reordenación del tráfico, la rebaja en los precios del transporte público, la retirada y posterior colocación de las marquesinas del autobús, dicen para evitar accidentes con ellas, las medidas de seguridad, los servicios sanitarios, etcétera, SÍ que suponen un gasto o un no ingreso llamémoslo como queramos para el erario público y en definitiva para todos y cada uno de los españoles que pagamos, permítanme la ironía “religiosamente” nuestros impuestos.
A uno se le cae “el alma” al suelo oyendo las afirmaciones de los políticos que reniegan de cualquier financiación, sin embargo la consienten. Más aún cuando aquellos que hacen gala de su tijera en sanidad y educación, al tiempo ceden colegios a los peregrinos. Lamentable clase política, unos por hacerlo, promoverlo y fomentarlo y otros por su silencio cómplice.
Quienes claman para buscar soluciones a la crisis, quienes culpan al gobierno de falta de medidas, de falta de austeridad, se permiten hacer una competencia “desleal” a los hosteleros madrileños. Ya que ante cualquier evento masivo, lo lógico sería que el sector privado asumiese el alojo de los visitantes, redundando en beneficio para todos, por un lado del sector privado y por otro a través de los impuestos, del sector Público.
No existe ningún motivo que justifique los privilegios, prebendas y exenciones que se están concediendo a un grupo de personas, por el simple hecho de tener un determinado pensamiento o unas determinadas creencias. Afirman que las jornadas dejarán 100 Millones de Euros y que su coste será de unos 50, que afirman saldrán de donaciones y de inscripciones de participantes. La pregunta es ¿Cuál sería el beneficio real si la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento no hiciesen competencia desleal al sector privado?
Por otro lado, la Delegación del Gobierno propone una modificación del recorrido de la Marcha Laica, que supone en la práctica una censura a la libertad de expresión de varios colectivos, que un país realmente Aconfesional tendrían cabida.
Estamos asistiendo al comienzo de una nueva etapa en la que las inauguraciones seguirán contando con la bendición cristiana, el clero gozará de más privilegios aún, se le seguirán asignando licencias de educación, de radio, de televisión. En definitiva, se perderá la “A” y nuestro Estado será cada vez más Confesional.
En manos de los sectores que se dicen de izquierda y que hoy miran para otro lado y amparan su silencio cómplice, con el pobre argumento de “cero subvención en metálico” está la posibilidad de cambiar esta situación. ¡Valentía! Presenten un programa electoral en el que se recoja de forma clara, precisa y sin lugar a equívocos, que España es un Estado Aconfesional y que tomarán las medidas necesarias para que este punto recogido en Nuestra Constitución se cumpla de una vez por todas.
Etiquetas:
Constitución,
Gobierno,
Madrid,
Papa
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
Más claro, como que agua. Te asiste toda la razón para cuanto dices. Comparto tu exposición de los hechos.
Nada, nada: Parafraseando admitiremos, porque no queda más remedio, que 'al César lo que es del César. A Dios, lo que es de Dios. Y a la jerarquía católica, 'dadme albricias, hijos de Eva. Di de que dártelas han. Que es nacido el nuevo Adán...O y de Dios y qué nueva...'
Y Somalia también era hija de Dios, pero no está en el pelotón de los bien-aventurados.
Una pena. Una perversión moral.
Publicar un comentario