jueves, 10 de febrero de 2011

Plan integral de desarrollo rural en Asturias

En Asturias la Industria es la base fundamental de nuestra economía, pero no podemos dejar de lado un aspecto fundamental enraizado en la propia genética de los asturianos: el entorno rural.

Hasta hace pocos años, en Asturias existían numerosas ganaderías y haciendas dedicadas a la agricultura. En muchos casos eran el sostenimiento fundamental de la familia y en otros era el complemento a los ingresos obtenidos por los miembros que trabajaban en la industria. Hoy en día, al igual que sucede en otras zonas de España, Asturias sufre el despoblamiento paulatino de los núcleos rurales, el abandono de las actividades agrícolas y ganaderas, el deterioro del entorno natural, la lacra de los incendios y en definitiva la muerte del entorno rural.

Aún estamos a tiempo de lograr una salida para estos núcleos emblema de la Asturias verde, del Paraíso Natural que exportamos fuera de nuestras fronteras. Nuestra generación está en la obligación de construir un futuro digno para el entorno rural, porque si nosotros abandonamos a su suerte a estas gentes, a estos pueblos, estaremos abandonando la esencia misma de Asturias.

Hemos de subrayar los avances producidos en cuanto a la vida en la actualidad en los pueblos, así como la llegada de las señales de teléfono e Internet a prácticamente todo el territorio asturiano, el importante desarrollo del turismo rural y la integración de las nuevas tecnologías en la gestión de las ganaderías y la agricultura. Pero eso no es suficiente, aún con esas medidas las personas de las zonas rurales siguen abandonándolas por falta de expectativas de futuro.

Los famosos bosques asturianos, sus praderas, las montañas, los caminos y los ríos, poco a poco se están abandonando, descuidando y dejando a monte muchas de las antiguas zonas de labranza. Debemos abarcar un campo muy amplio de actuación y por ello la solución ha de ser global y efectiva.

Las explotaciones ganaderas y agrícolas tienen que tener un mercado al que abastecer y ahí es donde las administraciones regional y local deben intervenir. Tienen la capacidad y los medios para garantizar una salida a los productos, tenemos el ejemplo de la carne ecológica, que garantiza a los ganaderos la venta de las reses a un precio pactado, aunque bien es cierto que en algunos casos el retraso en la venta efectiva les hace perder dinero, por lo que una medida interesante sería agilizar los trámites de compra-venta de carne ecológica.

Otra medida muy importante a tomar, sería el establecimiento de un régimen especial de autoempleo para las personas del campo, en concreto a la incentivación de los trabajos en los bosques y en los prados abandonados. Existe personal parado o personal en estos núcleos que tienen los medios materiales para llevar a cabo el mantenimiento de los bosques y prados en sus respectivas zonas rurales. Con esta iniciativa lograríamos dos objetivos muy claros, por un lado el mantenimiento en condiciones de uso y disfrute del entorno natural y la fijación de población en los núcleos rurales, con un futuro despejado en cuanto a oportunidades de trabajo en su ámbito rural.

Tenemos la obligación de encontrar una solución a los incendios en los bosques y montañas y para ello deberían de crearse brigadas de mantenimiento del entorno natural, estas brigadas perfectamente podrían estar integradas por personas de la zona rural conocedoras de las labores a desarrollar o bien elaborar un plan de integración de personas en los núcleos rurales, facilitemos la llegada de personal a la zona rural, invirtamos en acondicionar viviendas para que estas personas den el paso a delante de trasladarse a los pueblos.

Las personas que habitualmente viven en un entorno urbano acuden con frecuencia a las áreas recreativas a preparar barbacoas, sin embargo muchas de ellas están en una situación de abandono vergonzoso, inviértase en renovar estas áreas e incentívense las concesiones públicas de bares, a condición de la implicación activa en el mantenimiento del área.

Debemos fomentar en la juventud asturiana y especialmente en los niños, el respeto por el entorno que nos rodea y la concienciación de que este entorno privilegiado del que disfrutamos es de todos y cada uno de nosotros sin excepción y que de nosotros depende que esto se perpetúe. El futuro del entorno rural, es también el futuro de Asturias, porque Asturias sin en el entorno rural dejaría de ser Asturias.

2 comentarios:

Unknown dijo...

estaria todo muy bien pero con este pais y la clase politica es imposible

Pelayo García dijo...

Ante esto que planteas existen dos alternativas opuestas. La primera es la cobarde, la pesimista, dejamos que todo quede tal y como está y nos resignamos a vivir con ello y la segunda la valiente, la decidida, con la participación activa en la transformación social.