Ayer los socialistas asturianos sintieron una conmoción al conocer la detención del exconsejero de Educación Riopedre, debido a su presunta implicación en una trama corrupta, junto a conocidos empresarios y funcionarios de su departamento, así como personal de confianza, que se dedicaba, siempre presuntamente, al cobro de comisiones por adjudicaciones de contratos de la Administración.
Es un día triste para toda la familia socialista y especialmente para la familia asturiana, de nuevo vuelven a aparecer los fantasmas de la corrupción, el robo, la estafa, la intimidación, por parte de cargos en gobiernos socialitas, como ya sucediera allá por los años noventa.
Siempre he defendido la lucha implacable contra la corrupción venga de donde venga, porque un corrupto lo es por encima de todo y no sólo por pertenecer o militar en un partido político. Los partidos hoy en día continúan infiltrados por personas que se arriman al poder para lograr unos fines particulares muy distintos al interés general. Y como siempre recalcaré que existen personas honestas y honradas que trabajan por un ideal que consideran justo y que sienten recompensada su labor única y exclusivamente con la mejora de las condiciones de vida de sus conciudadanos. En un día como el de hoy, es a estas personas honradas a las que debemos hacer un llamamiento a la cordura, para que de una vez por todas den un puñetazo en la mesa y concluyan: “Hasta Aquí Hemos Llegado”.
No podemos permitir que la imagen de un partido, en este caso el socialista, sea manchada y pisoteada impunemente por los corruptos, por ello debemos marcar un cordón sanitario con todas aquellas personas y actuaciones que consideremos que tienen el más mínimo tinte de irregularidad. Esto puede tener un coste político importante, porque debemos recordar que algunos partidos protegen y ocultan la corrupción, en lugar de afrontar el problema de cara. Esta es la petición que hago a los responsables de la FSA: Desmárquense claramente de estos casos de corrupción y atajen los posibles futuros casos. No sólo deben expulsar al exconsejero de forma cautelar, deben investigar hasta dónde llega el asunto y depurar las responsabilidades que sean precisas, caiga quien caiga.
Quizás desde el punto de vista electoral no sea el momento adecuado, pero eso importa muy poco cuando se está jugando con la credibilidad de un partido centenario. En frente tenemos un partido con aspiraciones a gobernar la región y que no se caracteriza por su transparencia y determinación contra la corrupción, por ello no caigamos en sus mismas actitudes.
Los partidos en general se están jugando con estos casos el respeto de los ciudadanos y propician el aumento galopante de la abstención en las sucesivas elecciones, lo que puede dar lugar a la aparición en el mapa político de partidos totalitarios y populistas que nos conduzcan a graves enfrentamientos y al cuestionamiento mismo del Sistema Democrático.
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