domingo, 20 de enero de 2013

Por el Fin de la Corrupción



Bárcenas, Gürtel, Pokemon, Palau, ITV, Pallerols, Campeón, Urdangarín y ERES  son algunos de nombres y apellidos de distintos casos de un mismo problema, que las direcciones de los partidos aún no están dispuestas a atajar de una vez por todas: LA CORRUPCIÓN.

Debemos aprovechar la catarsis que supone la crisis que vivimos, para dejar de una vez por todas atrás la Corrupción. Tod@s tenemos claro, al menos así se nos quiere hacer creer, que no volveremos a la situación económica, social y productiva, previa a la crisis. Sin embargo, nadie nos está dejando claro que la corrupción también debe quedar atrás y no porque hagamos un ejercicio de amnesia colectiva o una amnistía de las que ya hemos practicado en otras ocasiones. Simplemente no podemos permitirnos la corrupción, en este aspecto SÍ QUE HEMOS VIVIDO POR ENCIMA DE NUESTRAS POSIBILIDADES.

Ha llegado el momento de que las direcciones de los partidos, de todos, no sólo los grandes partidos tienen casos de corrupción, dejen de tirarse los casos de corrupción a la cara como armas electorales y tomen conciencia de que el enemigo no está en otro partido democrático, si no en la corrupción.

La corrupción es el enemigo a batir, venga de donde venga y caiga quien caiga. Frase pronunciada por todas las direcciones cuando surge un caso de corrupción y que en ocasiones acaba como un tópico que nadie aplica.

Pueden existir motivos diferentes por los que se tapan los casos de corrupción o tratan de silenciarse, el principal argumento suele ser “es un@ de l@s nuestr@s” MENTIRA, no nos engañen ni se engañen a sí mism@s, una persona corrupta no es de nadie, busca únicamente su interés particular y si dentro de un partido es considerada como “de l@s nuestr@s” es que la dirección de ese partido también es corrupta. Si se busca el interés general y la correcta gestión de lo público, estos principios han de prevalecer sobre cualquier otra consideración.

También pueden deberse las artimañas para ocultar la corrupción a las amenazas, chantajes o represalias que l@s corrupt@s puedan poner en marcha. Si ante el primer intento de extorsión o soborno un cargo público lo denuncia públicamente, habrá contribuido en la medida de sus posibilidades a cumplir con el deber intrínseco al cargo representativo que ostenta.

Cuando buscamos las causas de la corrupción, nos encontramos con una barrera que hasta la fecha ningún partido ha derribado: la limitación de mandatos, el endurecimiento del régimen de incompatibilidades y la elaboración de una ley y un reglamento sancionador y ejemplarizante ante la corrupción.

Mientras no se avance en esos tres campos, la corrupción continuará campando a sus anchas, de nada servirán los lavados de imagen o las medias tintas de las medidas que un@s y otr@s anuncian. Al final, el poso falso que queda en la sociedad es que “Tod@s son Iguales” y de aquí al populismo totalitarista fascista existe un paso muy pequeño que acabará una vez más con nuestra Democracia.

¿Qué medidas, qué acciones, qué iniciativas deberían tomar los partidos?

-         Consecución de un consenso amplio contra la corrupción.
Este consenso ha de llevar a cada partido a señalar a sus corrupt@s, con la certeza de que nadie utilizará esos casos en su contra. Se trata de una limpieza regeneradora de la Democracia y por tanto, ha de considerarse como una medida excepcional. Deben conocerse quiénes corrompen y quienes son corrompid@s, de modo que la publicidad de sus delitos pueda hacer que sean perseguidos y reclamados los bienes robados. Se hace imprescindible pues una Ley Ejemplarizante Anticorrupción, debe quedar claro que se  publicitará, perseguirá y sancionará cualquier acción corrupta.

-         Ampliación y aplicación de un régimen de incompatibilidades.
Hoy en día existe un régimen de incompatibilidades claramente insuficiente, que nos lleva a casos tan escandalosos como los que estos días nos sacuden, de personas que privatizan unos servicios públicos y posteriormente se incorporan a las plantillas o direcciones de las empresas adjudicatarias. Han de funcionar correctamente tribunales de incompatibilidades que garanticen el cumplimiento efectivo de la Ley en todos y cada uno de los casos de representantes públicos.

-         Limitación de mandatos en cargos públicos y orgánicos.
Existen verdader@s triler@s de la política que no tienen más mérito que el haber accedido a un determinado partido y han ascendido en el mismo a base de silencios cómplices. Muchas personas en este país no han hecho otra cosa en su vida, no conocen el sector privado o un horario, por ejemplo, haberl@s hayl@s. Quede claro que con este argumento no se está atacando la brillante y en muchos casos casi heroica labor de muchas personas que por vocación sirven diariamente a sus ciudadan@s de forma honrada y limpia. La limitación ha de garantizar la rotación dentro y fuera del partido dentro de los cargos ocupados y la renovación de un porcentaje superior al cincuenta por ciento en las listas, sin discriminar los puestos.

-  Listas Abiertas orgánicas y electorales.
Este apartado muy comentado últimamente tiene sus pros y sus contras de ahí que sea complicado instaurar un sistema de listas abiertas, dadas las infinitas posibilidades que el término nos permite. En su día dedicaré en exclusiva una entrada a comentar cuál es, desde mi humilde punto de vista, el mejor sistema de listas abiertas. Por concretar un poco la medida propuesta, cabría dividir la medida  en dos fases: una orgánica, previa a la institucional.

Orgánica: Es tiempo de abrir los partidos y sus estructuras a la sociedad en general. Por ello, deben establecerse los cauces necesarios que garanticen la elección de los cargos de dirección un partido en función de las posturas o medidas que cada candidat@ propone y no en base a unas listas cerradas y bloqueadas, que en algunos partidos incluso son elaboradas en exclusividad por una persona, el famoso “ordeno y mando”.
El método consistiría en el que l@s aspirantes diesen un paso al frente y explicasen cuáles son sus posturas, de modo que los electores supiesen en todo momento qué están eligiendo, qué están votando y qué defenderá el/la candidat@ por el que han votado. Deben acabarse las direcciones monocolor o acríticas, la pluralidad debe representarse en el seno de los partidos, al igual que la sociedad a la que pretender representar es plural. Por tanto, las direcciones de los partidos quedarían en manos de l@s militantes y l@s simpatizantes y dejarían de estarlo en manos de las oligarquías que hoy en día eligen las candidaturas cerradas.

Institucional: Hoy por hoy considero lejana esta posibilidad, en tanto en cuanto no seamos capaces de hacer el paso previo dentro de los partidos. No se trataría desde mi punto de vista de una lista similar a la que hoy existe en el Senado, si no que yo defiendo que la confección de la lista de cada partido sea elaborada en una votación previa de militantes y simpatizantes, abierta pues a la sociedad y a la vez que cada elector tuviese la posibilidad de elegir entre las diferentes candidaturas un número determinado de candidat@s.

Ante la situación que vivimos las direcciones de los partidos y sus dirigentes pueden tomar dos opciones, dejarlo todo como está y conducirnos a un desastre democrático de impredecibles consecuencias o tomar cartas en el asunto de una vez por todas y atajar la corrupción. Se hacen necesarias acciones como las llevadas a cabo el pasado siglo en Italia, por ciudadan@s converdid@s en héroes como Giovanni Falcone.

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