El PSOE comprometido con los desfavorecidos

El gobierno popular de Mariano Rajoy acaba de aprobar los presupuestos más insolidarios, injustos y arbitrarios de la Democracia Española. Algun@s llegan a calificarlos, incluso dentro del propio gobierno, como unos presupuestos de guerra. Tal es así que podemos constatar cuáles son los “enemigos” del gobierno en esta supuesta guerra: las políticas sociales, las políticas de cooperación, l@s trabajad@res, los sindicatos, l@s dependientes y en definitiva cualquier política que suponga consolidar el Estado de Bienestar, tal y como lo conocíamos hasta la fecha.

En este punto, en el que desde el gobierno se nos impone como la única salida a esta crisis el ajuste, la renuncia a los derechos adquiridos, la precarización de las relaciones laborales y en definitiva la resignación. Desde la izquierda en su más amplia expresión y desde el PSOE, como fuerza mayoritaria del centro-izquierda debemos dar una respuesta, una alternativa coherente desde los niveles institucionales, que garantice el Estado de Bienestar y a la vez nos conduzca a cumplir los compromisos adquiridos.

Debemos hacer una mención especial al brutal descenso en las partidas presupuestarias destinadas a las políticas sociales y de cooperación. En la mayoría de las ONG han saltado las alarmas, al observar el descaro con el gobierno ha optado por reducir la cooperación al desarrollo sin más, abocando a miles de personas en situación de pobreza extrema al desastre. Por ello, si el PSOE desea ofrecer una alternativa creíble para una mayoría de la sociedad ha de estar con l@s que el gobierno desampara, abandona o margina y ello pasa inevitablemente por una cooperación activa con las personas que dedican sus esfuerzos a luchar contra la pobreza y el hambre. Hablamos en numerosas ocasiones de salir de las casas del pueblo, de abrir las puertas y ventanas, de implicarnos en la sociedad, de escuchar sus problemas y sus necesidades, de recuperar a fin de cuentas la confianza de la gente.

L@s ciudadan@s confiarán en aquel colectivo que tiempos difíciles apoya los más necesitados, protege a los abandonados por el gobierno, ejerce su labor de oposición en el Parlamento, y que siempre tiene presente a la calle. Y aquí está el gran reto de l@s socialista@s: demostrar que los valores básicos de la socialdemocracia de justicia social, solidaridad e igualdad, están enraizados en tod@s y cada un@ de l@s socialistas españoles. El movimiento se demuestra andando, dice la sabiduría popular, hoy más que nunca para el PSOE ese movimiento ha de producirse.

Debemos poner en valor la marca “PSOE”, hemos de transformarla en sinónimo de compromiso, dedicación, esfuerzo, coraje y solidaridad. Para ello no debemos convertirnos en una ONG o tratar de sustituir su labor, si no que debemos implicarnos en sus actividades, tomando también la iniciativa y alentando actividades solidarias. Como ejemplos, participación activa de la militancia en la recogida de alimentos para un banco de alimentos, recogida de ropa para envío a países que sufren la pobreza extrema, implicación en la recogida de fondos para proyectos concretos en países con necesidades básicas, implicación de la militancia en la solidaridad y ayuda a las personas que nuestros barrios están pasando por situaciones económicas graves y un largo etc.

Existen tantas posibilidades como necesidades padecen dentro y fuera de nuestras fronteras personas, que no han tenido la fortuna de nacer en un mal llamado “país desarrollado”. La alternativa es el inmovilismo de aquellos que en base a unas ideas y a un carnet se sienten engrandecidos, pero que olvidan los valores básicos.


El PSOE demuestra donde gobierna ese compromiso con la sociedad y lo hace desde una posición institucional, hoy en día se hace imprescindible que el partido como tal e independientemente de su poder institucional, muy mermado en parte por esa lejanía de l@s ciudadan@s, se ponga en valor como referente, modelo de coherencia y compromiso social.

Cualquiera de las alternativas de cooperación no supone a priori un gasto de capital económico o monetario, si no de un capital social y humano, se trata de poner la militancia al servicio de los sectores desfavorecidos, en definitiva, de privar a la militancia de un período determinado de tiempo dedicado al ocio, para de forma altruista ayudar a l@s demás. Es necesaria una militancia movilizada, comprometida con unos valores, que le lleve al compromiso con unas siglas, se trata pues de una militancia pegada a la calle y no una militancia de salón. Estas ONG, las personas que las integran y las personas que reciben su ayuda, deben saber que no están solas, que el PSOE está con ellas, que no va a dejarles en la estacada y aunque sólo sea con capital humano, estamos dispuestos a cooperar.

Si en cada acto solidario, en cada campaña de recogida de fondos, de alimentos, de ropa, existe una representación reconocible de socialistas, que trabajan por ese proyecto, que se implican, que encuentran soluciones a los problemas, es inevitable que l@s ciudadan@s se acerquen y se impliquen el proyecto socialista del PSOE, haciendo suyas las aspiraciones del conjunto del partido.