Hoy nos despertamos con otro dato pésimo del paro, “el peor dato de la serie estadística para el mes de Septiembre”. Gobierno por un lado y oposición por otro tratan una vez más de enmierdarse mutuamente y quizás al final lo consigan. Afirma en Gobierno y no con desatino que una parte importante del crecimiento en el número de parados, se debe a los recortes emprendidos por los gobiernos autonómicos, para cumplir las exigencias de control de gasto y déficit. Cierto, para ello sólo tenemos que analizar un poco los datos y observaremos que un porcentaje significativo de parados está relacionado con estos recortes.
Respecto a la oposición, apunta en el buen camino: “al final todos podremos acabar en el paro”, ¡Coño! (sin perdón) a tan brillante y concisa conclusión, cualquier ciudadano puede llegar fácilmente, pero Oiga Usted, si aspiran a gobernar este país, deberán aportar algo más que una frase de Perogrullo. Sorprende también su intencionado alejamiento de la responsabilidad en esta situación, como he mencionado en múltiples ocasiones unos y otros son, han sido y serán oposición y gobierno en todas y cada una de las administraciones. Un poco de responsabilidad sería lo mínimo que por vergüenza deberían ofrecer al ciudadano, dado que ninguna Comunidad Autónoma destaca en creación de empleo sobre las demás, de modo que pueda achacarse a las buenas políticas llevadas a cabo por sus gobernantes. Mucho menos las salidas de tono del estilo “vaya como han dejado tal o cual comunidad/Ayuntamiento” para justificar “sus ajustes”, como si los gobiernos que continúan legislatura tras legislatura fueran paradigma de brillante gestión.
Evidentemente no voy a defender lo indefendible, los datos son los que son y hay que afrontarlos y combatirlos, y no lanzárselos al contrario a la cara, porque esto no lleva a resolver el problema a los ciudadanos que lo sufren. Hasta el momento hemos visto que la política seguida por la UE , de ahorro público, recortes sociales y contención del gasto, no ha logrado los frutos esperados. Ahora algunos se vuelven a replantear “otra manera de salir de la crisis” y ponen en duda los dogmas económicos defendidos por el ala neoconservadora que parece dominar Europa. Quedarán en el recuerdo, imborrables las llamadas a la intervención de los Estados, al comienzo de la crisis y el reclamo de políticas Keynesianas para controlar la situación. Todo esto hoy muchos que han logrado pingües beneficios de la crisis no quieren ni mencionar el recuerdo.
Recuerdo aquella canción de la anterior campaña socialista para las elecciones generales que decía “Defender la Alegría”, “defenderla del miedo y de las pesadillas” y para ello ofrecían a ZP como imagen de esa “alegría” y esas ganas de cambiar las cosas, frente a lo que entonces era y aún hoy lo sigue siendo, un candidato triste y gris.
Lamentablemente, aquellas ilusiones fueron frustadas y la realidad hizo aterrizar aquel sueño de un Mundo mejor para los más débiles. Parece que en estas elecciones unos y otros tienen de antemano pronosticado cuál es su papel y se limitan a representarlo. A día de hoy, ni Rubalcaba ni Rajoy son capaces de “Defender la Alegría” y de ilusionar mayoritariamente a un amplio espectro de la sociedad, simplemente esperan que por convicción o por renegación les demos el voto mayoritariamente.
Otro día triste, hasta que alguno de los candidatos decida “devolver la alegría” a los ciudadanos.
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