viernes, 30 de septiembre de 2011

¡¡¡Felicidades Cuca!!!

Hoy no sólo voy a comentar una noticia, un hecho que haya llamado la atención en los medios, ni las declaraciones de un político, ni a los mercados, ni al gobierno, ni la a la oposición y al tiempo les haré una petición a todos.

Hoy una persona muy especial, especial no sólo por tener duplicado el cromosoma 21, especial no sólo por el gran el corazón que tiene a pesar de tener los ventrículos comunicados, especial por simplemente por ser como es, cumple 50 años, mi tía Cuca.


En principio, no resultaría nada llamativo, si no fuese porque esta persona a demás de su insignificante problema con un tan “Down”, padece otra serie de trastornos cardiacos, que hacen que cada día, cada minuto y cada segundo pueda ser el último. Sin embargo, si algo me han enseñado mis treinta y un años a su lado, es que se agarra a la vida como nadie, sus deseos de vivir tumban una y otra vez la vieja ya predicción de que no llegaría a la adolescencia, no llegaría a la mayoría de edad, no llegaría a adulta o a las no muy lejanas afirmaciones médicas que decían: de hoy no sale.

Por ello, quiero felicitarla a pesar de que no sepa leer, porque su lucha diaria contra las zancadillas de la vida, su contagioso humor y su lucha incansable por agarrarse a la vida, han hecho que a día de hoy pueda permitirse el lujo de salir a la calle a tomarse un café en un terraza, cuando hace un año casi nadie daba un céntimo por su recuperación, cuando hace nueve meses todos afirmaban que se iba, ella una vez más decidió luchar y a los tres meses ya podía volver a salir a la calle aunque fuera en silla de ruedas y con su inseparable botella de oxígeno.

Y en este día más que nunca me doy cuenta de lo importante que ha sido la Sanidad y los Servicios Públicos de Salud, para que hoy pueda seguir disfrutando de su compañía y como no de los profesionales sanitarios, que día a día demuestran que son personas de carne y hueso y que tratan como di de familiares se tratase a los enfermos, lo afirmo porque lo he vivido y porque creo que no sólo yo, si no la Sociedad en general tenemos una deuda impagable con estas personas. Y por ello ante las noticias que surgen estos días de los diferentes recortes en inversiones en servicios públicos, me lamento y me enfado profundamente.

Personas humildes que no han tenido la fortuna de tener una posición social privilegiada o que carecen de recursos para permitirse unos servicios privados de salud, no pueden quedar desamparadas por el Estado.

La Sanidad ha de seguir siendo un pilar fundamental del Estado de Bienestar e intocable, gobierne quien gobierne. Existen muchas otras materias en las que realizar ajustes para tratar de paliar la crisis, sin ir más lejos los representantes de los ciudadanos podrían reducir sus ingresos a un salario medio español, así ganarían en credibilidad, pero siempre es más fácil ver la paja en el ojo ajeno (en este caso de los más débiles) y no ver la viga en el propio.

Lamento profundamente esta recesión en el Estado de Bienestar y lamento que la sociedad permanezca muda e impasible ante las apisonadoras que destruyen años de desarrollo y que pueden llegar a invertir la famosa y hasta ahora cumplida frase de “nuestros hijos han de vivir mejor que sus padres” para convertirla en “nuestros hijos vivirán peor que sus padres” o peor aún “nuestros hijos no vivirán”.

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