Conferencia de Paz en San Sebastián ¿Fin de ETA?

Hoy se celebra la denominada “conferencia de paz” en San Sebastián. La izquierda abertzale trata de escenificar, de alguna manera creíble, que los tiempos de ETA como banda terrorista asesina han acabado. Pretende la izquierda abertzale convencer a los demócratas de que el fin está cerca, de que los métodos inequívocamente democráticos han de ser el camino para la obtención de fines políticos. Para ello ha recurrido, quién sabe si acertada o desacertadamente a la internacionalización del fin de ETA.

Muchos ven en este acto simple propaganda gratuita y prevén la rendición del Estado Democrático ante los terroristas con los socialistas estén en el gobierno. No pongo en duda que este acto suponga, en plena campaña electoral, una publicidad gratuita e innecesaria para la izquierda abertzale, pero tampoco puedo compartir que el gobierno pretenda una rendición del Estado.

Debemos recordar que las víctimas asesinadas o mal heridas por ETA pertenecían a muy diferentes ideologías políticas y como no socialistas también. No es momento de poner a las víctimas encima de la mesa, para echar en cara al adversario político la legitimidad para defender una u otra postura respecto a cómo ha de gestionarse el fin de la banda terrorista criminal ETA.

Ojala esta conferencia sirviese para acabar de una vez por todas con los asesinatos terroristas, Ojala se publicase un comunicado de ETA en el que indicase de forma clara y concisa cuándo y dónde va a realizar la deposición de las armas y Ojala todas las personas que acuden a la conferencia lo hagan con el interés verdadero de lograr un final a este sinsentido anacrónico, que supone la existencia de una mafia extorsionadora, terrorista en pleno siglo XXI en Europa.

Si ETA necesita para escenificar su fin esta conferencia bienvenida sea, pero a estas alturas ya no caben medias tintas, ni pasos atrás, la hoja de ruta está clara: fin de los asesinatos, la extorsión, aceptación de las normas democráticas, las leyes y los jueces, cumplimiento de las condenas por delitos terroristas y entrega de las armas, que desemboque en una convivencia duradera en paz.

Nadie ha de olvidar a las víctimas, como tampoco nadie olvida los crímenes cometidos por los GAL, calificado como terrorismo de Estado, pero tampoco podemos equiparar a las víctimas con los verdugos. Los asesinatos y los asesinos de ETA y los GAL seguirán siéndolo y las víctimas de ambos merecen el respeto y el reconocimiento de toda la sociedad (incluida la izquierda abertzale), pero TODAS las víctimas y no sólo una parte. Los demócratas hemos comprendido, aceptado, condenado y repudiado los crímenes SIEMPRE vinieran de donde vinieran, esto es lo que nos distingue de los asesinos, cuando en la izquierda abertzale lleguen a este punto, la paz no tendrá vuelta a tras.

Todos esperamos el fin de ETA, pero no podemos esperar la imagen de un representante del Estado sentado en una mesa con un mando de ETA firmando la paz, porque no se trata de una guerra, pero en particular a quien suscribe tampoco le es necesaria la imagen de un grupo de terroristas entregándose a las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado y deponiendo las armas.

Nunca he sido partidario de internacionalizar el conflicto, porque siempre he defendido que se trata de una defensa de un Estado Democrático, frente a un grupo terrorista, separatista, asesino, criminal. Pero reitero una vez más que si es necesaria esa internacionalización para acabar de una vez con todas con los asesinatos y para asentar las bases de la convivencia pacífica, libre y sin temores entre los vascos y entre los españoles: ¡Bienvenida!