Por fin las cartas aparecen encima de la mesa, pocos días han pasado desde la abrumadora derrota sufrida por el PSOE en las elecciones municipales y podemos decir sin miedo a sorpresas de última hora que el candidato socialista a la presidencia del gobierno en 2012 será Alfredo Pérez Rubalcaba.
Zapatero ha entregado al candidato in pectore el último resquicio de poder que le faltaba al fontanero de la Moncloa. Siempre al servicio del partido, azote, fantasma y pesadilla de la oposición, la dirección del partido ha considerado que era la persona idónea para disputar las elecciones a Mariano Rajoy. Atrás quedan las disputas de los días inmediatamente posteriores a la derrota local y autonómica, ha pasado de moda la pregunta ¿Congreso o Primarias? El partido ha cerrado la previsible brecha que surgiría dentro del partido en caso de que concurriesen varios candidatos a las primarias, también a zanjado el debate del Congreso, puesto que esto perjudicaría enormemente la debilitada imagen del Presidente y de su Gobierno, salvaguardando así la secretaría general de la quema.
La pre-candidata Carme Chacón se vió obligada, instada o asesorada por alguna voz experta, a borrar cualquier sombra de duda sobre su eventual candidatura a las primarias. Visiblemente afectada y forzada por los acontecimientos dio públicamente cuenta de cuáles habrían sido sus aspiraciones. Sin duda no debemos dejar en el olvido esta pre-candidatura puesto que en futuro del partido estará llamada a participar en el Congreso que designe al nuev@ Secretari@ General.
Han surgido estos días algunas candidaturas de militantes anónimos o poco conocidos, que han decidido participar en las primarias, claro está siempre que logren el aval del 10% de los militantes tal y como establecen los estatutos, difícil y ardua tarea, por no decir que imposible.
Cualquier solución de las planteadas tenía sus pros y sus contras, bien es cierto que como apuntaba Rubalcaba lo han designado a dedo miles de militantes y simpatizantes que lo aclamaban como presidente, no es menos cierto que la expre-candidata Chacón podría haber argumentado lo mismo.
Son tiempos difíciles, muy difíciles para el socialismo, para el PSOE y para la Socialdemocracia en general. Se avecinan tiempos peores, famosas travesías del desierto de duración y consecuencias imprevisibles. Por ello, urge un reposicionamiento, una reorganización o una redefinición de qué significa ser socialista o socialdemócrata en pleno siglo XXI, si es precisa una refundación habrá que hacerla, pero siempre desde una visión global del Mundo, de la Sociedad y de sus Problemas y Necesidades, de manera que definamos cuáles son las Soluciones y Aspiraciones de la Socialdemocracia para el Futuro.
Se ha elegido a Rubalcaba porque probablemente sea la persona que en sí representa el espíritu de lucha de los militantes socialistas y a la vez es el látigo que castiga sin piedad los excesos de los populares. Haber elegido a Rubalcaba significa elegir a un candidato que ante una probable hecatombe electoral, sea capaz de mantener unido al partido, recomponerlo y celebrar el previsible congreso tras las elecciones, del que salga el nuevo secretario general. Es por tanto y a mi juicio un candidato de transición, de ahí la importancia de no olvidar a Carme Chacón.
El previsible candidato ha afirmado que dispone de programa de gobierno que ofrecer a los ciudadanos y la derecha le recuerda que forma parte de un gobierno presidido por quien ellos califican como el responsable último de la crisis. Contra esa losa tan pesada, de defender unas medidas impopulares, alejadas en muchos puntos de la doctrina socialdemócrata y claramente mal explicadas a la sociedad, deberá luchar Rubalcaba, para tratar de neutralizar la ola conservadora que amenaza con hundir el barco socialista.
Por ello, ha de contar y contará con el respaldo unánime del partido, los militantes y los simpatizantes, prietas las filas, debemos avanzar hacia el futuro, con la idea clara de que la salida de crisis se producirá, pero las medidas deben afectar a todos los agentes implicados en su gestación y no sólo en las clases medias y los trabajadores, tenemos una clara advertencia en el denominado movimiento 15-M, debemos demostrar que otras formas son posibles y que los partidos han de estar al servicio de los ciudadanos y no de las élites políticas, económicas, financieras y eclesiásticas.
Si este partido demuestra que es capaz de transformarse, adoptar, defender, practicar y exigir los valores fundamentales que defiende la inmensa mayoría de la sociedad y los movimientos de estos días, logrará el respaldo de la sociedad, porque demostrará que es fiel reflejo de los sentimientos de la sociedad y canal para lograr sus anhelos.
Un político no sólo ha de ser honrado, si no que ha de parecerlo y por ello, como medida excepcional y urgente para remontar el vuelo, se hace ineludible purgar cualquier caso de Corrupción del que el partido tenga conocimiento. Debemos tener la cartilla limpia, mostrando tolerancia cero con la Corrupción, en contraposición al partido que ampara, protege y absuelve en las urnas a los corruptos. Con este aspecto fundamental acabaremos con la idea que se han encargado de extender de que “todos los políticos son iguales”, demostremos que es mentira, demostremos que existen otras formas de entender el servicio público y obtendremos la victoria.
2 comentarios:
Magistral análisis. Yo concuerdo mucho con lo que dices.
Lo de que Rubalcaba sea "el látigo que castiga sin piedad los excesos de los populares", eso..., (ughgh) me cuesta mucho digerirlo de esa manera.
Quizá, si hubieras dicho que Rubalcaba es el que da cachetitos en el cogote a los populares, sería una descripción más atinada.
Pero vale; bien; todo sea por ver algún día resurgir a un partido socialdemócrata con un inequívoco talante de izquierdas.
Salú,
Gracias Jesús,
Efectivamente la frase ha quedado excesiva, pero dado el panorama y el silencio casi sepulcral de sus compañeros de gobierno ante los ataques, muchas veces gratuitos de los populares, es el único que dá un poco de leña a la oposición popular, negándose a ser un inerte don tancredo.
Con mucha más garra y determinación por parte de los miembros del gobierno otro gallo nos cantaría...
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