Asistimos según los medios a un momento histórico que hará cambiar el rumbo. Grupos en principio de jóvenes, a los que posteriormente se han unido personas de toda condición. Aparentemente carecen de líderes y hacen alarde de no tenerlos, hacen propuestas loables, algunas racionales, otras coherentes, otras utópicas y otras imposibles. Aparentemente son un grupo numerosísimo de personas sin a penas organización que deciden ocupar espacios públicos, para mostrar su descontento con la situación económica, política y social de nuestro país.
Existen múltiples preguntas que surgen al ver las concentraciones:¿Qué persiguen con sus protestas y concentraciones? ¿qué reclaman? ¿Cúales son sus Propuestas? ¿Cómo esperan conseguirlo? ¿Qué otras medidas van a tomar para lograr sus objetivos? En muchos casos estas preguntas no tienen respuestas y muchos de los que allí se congregan tampoco tienen una respuesta.
Los partidos políticos tratan de encauzar este sentir, Cayo Lara ha ido a hablar con los manifestantes, Ibarra declara que comprende sus reivindicaciones, Blanco hace lo propio, Aguierre defiende que son teledirigidos por la izquierda y Rajoy, bueno Rajoy como siempre ni está ni se le espera.
Aún compartiendo muchos de los ideales defendidos, muchas de las medidas a adoptar, considero que la única manera de lograr los objetivos es participar activamente en las elecciones, con independencia de las opciones elegidas, y quizás la solución para este grupo será la creación de un partido político que defienda sus intereses y les otorgue voz y voto en el Parlamento. Resulta curioso que sea precisamente el grupo de edad de los jóvenes, el grupo que mayor abstencionismo presenta, el que reclame democracia real ya y lo hagan incitando a no votar a determidas opciones.
La Democracia Real ya, es aquella que nos permite decidir nuestro futuro en libertad, aquella que nos presta los medios necesarios para participar activamente en la vida pública y es aquella en la que para lograr los objetivos hay que conseguir el apoyo mayoritario de la sociedad, sus votos. Por ello, Sí al Movimiento 15-M, Sí a muchas de sus reivindicaciones, Sí a los ideales que mueven a muchas de estas personas, pero No a la desorganización, al caos y a los problemas que pueden derivarse de una falta de gobierno del movimiento.
Sin duda, sería sano para la democracia plena a la que aspiran que participasen en las elecciones y si ningún partido actual les representa que funden uno a imagen y semejanza del movimiento, pero siempre organizado y liderado, para no acabar siendo considerados unos vándalos por el hecho de que unos energúmenos se camuflen con los manifestantes para cometer delitos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario