Ha llegado el día, José Luis Rodríguez Zapatero ha comunicado al partido y a la opinión pública que no optará a la reelección como presidente del gobierno en 2012. A renglón seguido se ha reafirmado como presidente del gobierno hasta fin de la legislatura y ha anunciado primarias para después de las elecciones de mayo.
Parece que algunos se han quedado sin argumentos para hacer labores de oposición, es que con Zapatero en retirada y sin un nuevo líder socialista, los voceros opositores no tienen un blanco al que apuntar. Se acaba el discurso de la culpa de todo lo tiene Zapatero, se acaba el Zapatero alimentó la burbuja Inmobiliaria, Zapatero la pinchó, Zapatero provocó la Crisis, Zapatero no puede sacarnos de la crisis, Zapatero, Zapatero, Zapatero…… En esa única palabra podemos resumir la labor de oposición en esta legislatura.
Ahora este mártir de la causa socialista, tendrá la capacidad de realizar todas las reformas necesarias, sin tener las manos atadas y por tanto las ejecutará, para que el modelo productivo y de crecimiento español cambie para muchos años. Ahora más que nunca ha de demostrar que está a la altura de las circunstancias que la Historia le ha puesto delante. Se va un hombre, para dejar el camino despejado a un partido, que se veía prisionero de la acción de gobierno, aún así el partido deberá apoyar a su presidente hasta el último día.
Se va como el único presidente que lo ha ganado todo dentro y fuera del partido, el único presidente que ha conseguido aunar el voto de centro y conseguir el apoyo importante de una parte de la izquierda fuera del PSOE, bien es cierto que muchos se han sentido traicionados, pero en su momento consiguió atraerlos hacia el proyecto socialista. Cuando el partido estaba hundido y derrotado él llegó y con él un aire nuevo, ahora son tiempos difíciles y el partido ha de plantearse si desea un líder de transición o un líder de futuro directamente y con todas las consecuencias. Si algo caracteriza a este partido centenario es su similitud con la sociedad y por ello las elecciones primarias, serán un revulsivo que movilizará la base socialista y recuperará al menos internamente la ilusión.
El tiempo pondrá a José Luis Rodríguez Zapatero en el lugar que le corresponde y por encima de las críticas puntuales que ha recibido en la coyuntura económica actual, se verá si será capaz de lograr la transformación necesaria.
Mientras la oposición con sus chascarrillos y ocurrencias, recurre al populismo pueril para reclamar elecciones anticipadas, sin aportar aún a fecha de hoy una alternativa seria y sólida. Parece que no quieran que sea Zapatero quien emprenda las reformas que nos saquen de la crisis reforzados y parece también que ellos que están llamados a gobernar en un futuro este país, prefieran el interés particular de su partido, por encima del interés general de España. Quizás no vendrían mal en otros partidos unas elecciones primarias, antes de unas elecciones generales, para que los ciudadanos decidan realmente quiénes quieren que opten a gobernar este país, pero lamentablemente muchos sólo llenan sus grandes y hambrientas bocas de democracia cuando se trata de otros partidos.
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