Mercados Vs. Democracia

Por fin se ha producido el anhelado rescate por parte de la UE a Irlanda. A priori este rescate iba a apaciguar las aspiraciones de los mercados de atacar a países como Portugal o España. Sin embargo, en los últimos días y especialmente ayer, hemos comprobado que los mercados pasan de largo por Portugal y ahora centran sus ataques en una economía mayor como es la española, llamémoslo el goloso “pastel español”.

Ante la crisis del capitalismo en 2008, como he dicho en infinidad de ocasiones, los que la generaron acudieron raudos a los Estados para que apagasen el incendio provocado por las políticas ultraliberales. En ese momento se convirtieron en Keynesianos, parecía que el capitalismo tal y como lo habíamos conocido se acababa. Ahora sabemos que lo que ha hecho es parar para tomar impulso y atacar de una forma más salvaje a los mismos Estados que les rescataron o que les están rescatando. ¿A qué se debe esta situación? Principalmente a la desregulación de los mercados, nadie osa a establecer unas líneas rojas al mercado y buscando sus objetivos se está llevando por delante los gobiernos, las democracias y los partidos. Por otro, la izquierda se ha quedado parada, no reacciona y no plantea, no ya alternativas al mercado, si no leyes, obligaciones y deberes al mercado. Mientras la izquierda social y política permanezca dormida continuarán los ataques.

Hasta la fecha los mercados y las democracias han ido de la mano,con encuentros y desencuentros, pero siempre han gozado del respeto mutuo. Ahora esta norma no escrita ha sido pisoteada. Los países se apresuran a cumplir los requisitos de reducción del déficit, reducción de gastos, deudas, regulación de pensiones, de relaciones laborales, etc. La vía política, en la actualidad, para desgracia de los ciudadanos llega hasta donde llega, pero esto no es suficiente para los mercados especuladores y deja a los gobiernos en el más absoluto de los ridículos. Es más los mercados han conseguido que los ciudadanos culpen a los políticos de la crisis (sin duda han tenido una importante responsabilidad en la misma) y no se planteen quién ha sido realmente el responsable de la situación.

Hemos picado el señuelo o la trampa que los mercados nos han puesto, primero atacan un país, por ejemplo Irlanda, luego la UE acude al rescate con el famoso Fondo de Rescate, ¡Atención! Pregunta: ¿De dónde sale el dinero del Fondo de Rescate? Respuesta: La UE acude a los Mercados Internacionales a solicitar los fondos. Y aquí se cierra el círculo vicioso: El Mercado crea la crisis y a la vez es la solución.

Al principio de la crisis a las personas que defendíamos que la crisis era una crisis internacional y que la respuesta debería de venir del ámbito internacional y en el caso de España, de la UE, se nos tachaba de oportunistas, de querer escurrir el bulto y de mirar para otro lado. Hoy más que nunca me reafirmo en mi postura, mientras la UE no actúe como una máquina unida donde hasta el más pequeño engranaje funcione, continuarán los ataques y seguirán cayendo países. Para evitarlo debemos convencer a Alemania de que la política monetaria a seguir es la que siguen en EEUU, aunque en contrapartida debamos asegurarles que la política fiscal Alemana es la debe predominar.

Hoy por hoy en los mercados de nuestros “socios europeos” (Alemania) o nuestros “amigos estratégicos” (EEUU) se continúan produciendo movimientos especulativos importantes contra países de la UE y especialmente contra España por lo suculento del “pastel español”. En Alemania las apuestas por el hundimiento de España prevalecen sobre las que auguran que no será necesario el rescate, lo único cierto es que el especulador ganará bien por el hundimiento o bien por todo lo contrario, es la Ley Salvaje del Mercado.

La clase política está atemorizada pensando quién será el próximo en ser atacado y cuál será el próximo gobierno en caer, pero no deben olvidar que se está jugando el futuro del euro y se está destruyendo la paz social, construida quizás en algunos casos sobre pilares tan inseguros como permitir a las familias, empresas y administraciones endeudarse muy por encima de sus posibilidades. Los ciudadanos no van a tolerar que se recorten sus derechos para salvar al sistema financiero y a cambio éste no tenga una regulación y unas obligaciones más exigentes que cumplir.

Por ello, en España se hace más necesario que nunca un acuerdo en los temas cruciales y las reformas pendientes (ya no pueden dilatarse más las medidas) entre los dos principales partidos con opciones a gobernar España en los próximos quince años. Los políticos en un acto de responsabilidad ante la Emergencia Nacional deben dejar de un lado los enfrentamientos cortoplacistas y deben comprender que no nos estamos jugando un gobierno, unas elecciones o un debate, si no nuestro futuro como país.