lunes, 8 de noviembre de 2010

Despúes de la Visita de Ratzinger ¿Qué?

Hoy es el día después de la visita de Ratzinger a España y es momento de analizar el resultado.Existen multitud de adjetivos con los que calificar la visita de Ratzinger, pero me quedaré con uno que define bastante bien todo lo que rodea a su figura: extemporáneo.

Si cerrásemos los ojos y escuchásemos los mítines de Ratzinger, podría llevarnos a pensar que hemos viajado en el tiempo a principios del Siglo XX. Por un lado, la mujer, ese ser inferior al hombre por el mero hecho de tener un poco menos de carne en la entrepierna y un poco más de carne en pecho. Según Ratzinger y la Iglesia que dice representar, este ser debe verse realizado en sus labores domésticas, como eje vertebrador de la familia.

La familia que junto al matrimonio ha de estar compuesta porun hombre, una mujer y fruto de esa unión han de nacer los hijos. Señor mío, aquí sí que demuestra más aún si cabe lo extemporáneo de su discurso. Hoy en día existen familias monoparentales, familias sostenidas por un matrimonio entre personas del mismo sexo, familias en las que no existen progenitores porque han fallecido. Todas estas familias son tan válidas y tan legítimas como la que Usted defiende, porque seguro que en todas ellas existe o puede existir la base fundamental de la convivencia, lo que ustedes denominan AMOR.

Ni Usted ni nadie, pueden negar que en esas familias exista amor, valores, principios o cohesión e interdependencia entre sus miembros. Es más, con sus planteamientos totalitaristas y excluyentes están contribuyendo a que en algunos países, muchos niños sigan muriéndose de hambre porque no pueden ser adoptados por una pareja de personas del mismo sexo. Si Ustedes realmente defendiesen a los más necesitados y a la familia propiciarían y defenderían que ninguna niña o niño muriese de hambre, para lo cual deberían reivindicar que la gente con independencia de sus creencias, valores o tendencias sexuales adoptasen niños.

Respecto al tema de la laicidad exacerbada en España, le diré que somos muchos los que pensamos que a este país le falta un largo camino por andar en temas de laicidad, por ello, siempre solicitamos que al menos se cumpla la aconfesionalidad que recoge nuestra Constitución, aunque muchos se encargan de pisotearla todos los días.

Por último, aportarle algún dato que demuestra que su arcaico discurso está fuera de la realidad social en el Mundo y en España. Se cifra en 100.000 fieles los que acudieron a su visita en Barcelona, atrás quedaron los seguidores que acudieron en su anterior visita 250.000 y como no los que recibieron a karol Wojtyla sus visitas de los años 80 y 90 , cifradas en 1.000.000 de fieles.

Repito una vez más que me parece lamentable que un país serio y desarrollado como el mío, continúe dando amparo a este circo. Más aún cuando algún listillo defendía la idoneidad de la visita, en cuanto a los beneficios económicos que iba a traer consigo. Señores pregunten a los comerciantes en Barcelona y en Galicia, comprobarán que la realidad es muy distinta a las expectativas, como argumento sólo les queda, como a Núñez Feijoo la famosa frase “Al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios”. Así nos luce el pelo.

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