martes, 29 de octubre de 2013

Falange: 80 años de Fascismo en España

Hoy se cumplen 80 años de la fundación de Falange Española, capitaneada por el populista José Antonio Primo de Rivera, hijo del que fuera dictador de España, bajo el reinado de Alfonso XXIII. Si en un principio las fuerzas reaccionarias de la derecha, no vieron necesaria la creación de un partido de corte fascista, tal y como había sucedido en Alemania y en Italia. Tras un bienio reformista de la Segunda República, ven la necesidad de establecer una fuerza política de choque, violenta e intimidatoria, que ponga freno a los avances logrados por el Gobierno Republicano y mantenga a raya a los movimientos obreros.

La derecha reaccionaria, grandes industriales y destacados empresarios, promocionan al hijo del ex dictador como líder carismático del partido fascista en España. Crearon una imagen inspirada en el fascismo italiano y compuesta por camisa azul, las flechas y el yugo, la bandera bicolor roja y negra, la boina roja carlista y la corbata negra, tras la muerte de su fundador y un himno alegre y sonoro, que propiciase su difusión: El Cara al Sol. Basaba su ideología en el Nacionalsindicalismo, como mezcla del fascismo italiano y unos tintes tradicionalistas tomados del catolicismo. El sindicato vertical, como punto de encuentro entre empresarios y obreros, supondría un eje sobre el que reconducir las relaciones, opuesto a la lucha de clases promulgada por las fuerzas obreras.

Desde su creación y hasta el estallido de la Guerra Civil se convirtieron en una fuerza desestabilizadora y de choque permanente contra las fuerzas democráticas de la izquierda, aglutinando entorno así y a la figura enaltecida de su Dirigente, al resto de fuerzas fascistas, formando el conglomerado Falange Española Tradicionalista y de las JONS. Fueron la punta de lanza que sirvió a las derechas reaccionarias para utilizar como excusa y tratar de justificar la imperiosa necesidad del Golpe de Estado.

Necesitaba el nuevo régimen totalitario de Franco un mártir y lo encontró en el carismático líder falangista, cuya muerte en extrañas circunstancias, se convirtió en un símbolo más de la iconografía fascista española. Durante la Guerra Civil y la posguerra los falangistas tuvieron por parte de las fuerzas golpistas, carta blanca para llevar a cabo cualquier acción, por muy cruenta, injusta o sanguinaria que esta fuera.
Se labraron los falangistas una imagen de implacables, de todopoderosos e intocables, que sirvió para atemorizar a la población. Ejercieron su influencia como los caciques de los pueblos, amparados bajo el manto protector de la Iglesia Católica, que servía de inspiración para muchos de sus planteamientos ideológicos.
El Sindicato Vertical impuesto por el Dictador en España, supuso el mayor logro falangista y la materialización de su ideología en España. Asimismo lograron establecer su himno, como un himno del Régimen, en escuelas, actos públicos, en los campamentos que llevaban a cabo, en la Sección Femenina que crearon y en los numerosos actos asociativos y sociales que promovían.

Durante años el Régimen totalitario de Franco continuó utilizando la figura del fundador de Falange como icono, como mártir y símbolo del Régimen. Hasta tal punto, que su muerte se hizo coincidir con la de José Antonio Primo de Rivera.

Con la llegada de la Democracia en España, y a diferencia de lo ocurrido en otros países que fueron víctimas del fascismo totalitario, Falange continuó siendo legal y con el paso de los años, los diferentes planteamientos de sus dirigentes han hecho que existan numerosos partidos u organizaciones que llevan el nombre de Falange. En los últimos tiempos, buscan la reunificación de los minúsculos grupos, para llevar a cabo actos violentos y coordinados contra las fuerzas democráticas, nacionalistas o contra minorías étnicas o sociales. Este auge y reunificación han de llevar a las fuerzas democráticas a vigilar con extremo cuidado cada uno de sus movimientos e instar a su ilegalización en caso de incumplimiento de la Ley de Partidos vigente.

Un pueblo no puede olvidar su Historia para no repetirla, por ello, debemos convertir a la Falange en eso: Historia (negra Historia de España).

2 comentarios:

antón dijo...

Uffff uffff uffff .......

Hacía tiempo que no andaba yo por estas latitudes, y me parece que no me he perdido gran cosa.

El revisionismo y el revanchismo no me parece a mi que nos vaya a servir para nada. Tan solo para perpetuar el odio entre vecinos.

Pelayo García dijo...

Muchas gracias por la visita y por la participación, como siempre.

En el desarrollo de la entrada he tratado de exponer qué fue y qué es Falange en España, nada más. Si hubiera querido, podría haber tenido mucho menos "talante" y podría haber sido mucho más contundente con apreciaciones muy personales sobre esta organización.

Por tanto, carece de fundamento, desde mi punto de vista, la crítica por revanchista. Todos/as conocemos por la historia de nuestras respectivas familias, a personas que participaron en aquel entonces en defensa de la democracia o en defensa del totalitarismo, incluso de personas de la misma familia que se enfrentaron.

Tantos años después ese revanchismo no existe, porque el aprecio familiar o de amistad, que los años han tejido son más sólidos, que las ansias de venganza que los vencedores ven en los vencidos y sus familias, que sólo piden respeto y dignidad para sus muertos: SÓLO ESO.