martes, 7 de mayo de 2013

¿Iguales ante la Ley o la Monarquía Bananera?



Finalmente el pequeño David (juez Castro) no ha podido con el hiperprotegido Goliat. La Infanta de España Cristina de Borbón y Grecia, por la gracia de sus graciosos padres, los Grandes  Señores de España D. Juan Carlos de Borbón y su graciosa y estoica esposa Doña Sofía  de Grecia ha dejado de estar imputada en el caso Noós, por los presuntos delitos cometidos por el que aún es su esposo Iñaki Urdangarín.
Reto al lector/a a que encuentre en España a una persona que creyese realmente que la imputación iba a seguir adelante. Más aún después del vergonzoso, bochornoso y ridículo papel desempeñado por la Fiscalía y  la Abogacía del Estado, que una vez más demuestran su fácil manipulación, su seguidismo partidista y su falta de independencia.

Hoy hemos dado un paso más hacia el fin del Estado de Derecho en España, abandonamos la compañía de los países más desarrollados política, social y económicamente y nos arrojamos a los brazos de las Repúblicas Bananeras, con nuestra Monarquía Bananera y todo su rancio abolengo. Atrás quedaron los años en los que España servía de ejemplo por la “modélica transición” decían, o por el ejemplo de Democracia y Reconciliación.

Desde hoy nada será igual, Las Corinnas, Los Urdangarines, Los Borbones y quienes les rodean han logrado dilapidar el halo de ejemplaridad y respeto que los/as españoles/as les habían mantenido durante décadas, con silencios cómplices y con medias verdades. Ya no son los superhéroes, porque ellos/as mismos/as se han encargado de destruirlo.

Se han convertido por su prominente posición al frente de las Instituciones en el exponente máximo de un Sistema Enfermo, Caduco y Moribundo. Sucumbieron, presuntamente, como muchos/as otros/as a los placeres terrenales, a las burbujas inmobiliarias, al dinero fácil y para ello, presuntamente, utilizaron su posición privilegiada y el amparo, el silencio y la protección de todos los poderes del Estado: Ejecutivo, Legislativo y Judicial.
Una democracia construida a la medida, imagen y semejanza de una sola persona, una Constitución ambigua, trasnochada y rígida nos ha llevado al desastre Institucional. ¿Cómo podrá la Justicia apelar a su ecuanimidad ante la ciudadanía? ¿Cómo lo harán el Ejecutivo y el Parlamento? ¿Cómo los partidos políticos? La Casa Real sabemos que lo hará con toda normalidad, las aguas vuelven al cauce del que nunca debieron haber salido y todo ha quedado “atado y bien atado”.

Deprimente y desesperanzador el futuro de nuestra mal llamada “Democracia”, la esperanza de la sociedad en la Justicia, como ese poder, ese instrumento que vela por el mantenimiento de lo correcto, de lo digno, de lo respetable, ha muerto. No queda una institución que no haya sido salpicada o manchada por este vergonzoso caso y otros adyacentes.

¿Qué van hacer los partidos? ¿Cuál va a ser su reacción? ¿Quedarán impasibles? ¿Aplaudirán la decisión? ¿O nuevamente volverán a caer en el pobre y recurrido argumento de “respetar las decisiones judiciales”?  De las respuestas a estas preguntas dependerá una parte importante de nuestro futuro, porque con sus silencios cómplices están dando argumentos a posiciones extremistas y populistas, que no ha mucho tardar ocuparán puestos en Ayuntamientos, Parlamentos Autonómicos y Parlamento Nacional. Luego vendrán las lamentaciones y la búsqueda de porqués, pero será tarde, porque ya tendrán altavoces que propaguen su mensaje. Las criaturas que se están gestando tienen padre y madre, y no son otros que los partidos políticos mayoritarios y sus posiciones de ambigüedad o sus silencios.

Del PP no voy hablar en esta ocasión, porque como es sabido, con el caso Bárcenas tienen más que suficiente y en el mismo demuestran cuán alejados están los cargos públicos y orgánicos de las bases y de los/as votantes y como entienden muchos/as la política como un “negocio”.

El PSOE tiene una oportunidad única en el debate que mantiene abierto de cara a su Conferencia Política, pero nuevamente las élites desoyen el sentir de las bases y solucionan con un “no toca” un debate que está en la calle, en los bares, en los parques, en las televisiones  y en todos sitios: la reforma urgente de la Monarquía y la Consulta Democrática a la ciudadanía sobre el futuro de la Institución. No nieguen un debate que la calle y las bases piden y que nuevamente nos llevará a remolque de los acontecimientos, tarde mal y nunca.

Partidos Políticos, Instituciones varias, Diputados/as, Jueces/as: Métanse en la cabeza que la TRANSPARENCIA, la EJEMPLARIDAD y la HONRADEZ han de ser tres valores inquebrantables para cualquier representante PÚBLICO. La Corona debería estar al frente de todas ellas: O es Transparente, Ejemplar y Honrada o NO SERÁ. Porque ante atropellos como el de hoy la ciudadanía puede no llegar a encontrar otra alternativa que presión y la violencia.
Podrán hacer mil leyes para proteger los desmanes, podrán recurrir o hacer juicios ficticios, podrán ocultar los casos en los que estén implicados/as, podrán aumentar más aún el VERGONZOSO número de aforados/as, más aún si quieren aforen también a todo el servicio de la Casa Real, a los/as hujieres de Congreso y Senado, a los/as asesores/as, a los chóferes , hasta a los LEONES DEL CONGRESO, para que todo quede silenciado, ATADO Y BIEN ATADO.

Pero no contarán con el respaldo de la calle, de la ciudadanía, de los/as parados/as, de los/as más desfavorecidos/as, a los que una mañana el hartazgo les impulsará a poner freno a esa orgía de despropósitos y sólo entonces muchos/as de Vds.  Reconocerán que se han equivocado.

 

1 comentario:

Juan Luis dijo...

Pues mira, lo de que la iban a desimputar era de cajón. A mí lo que verdaderamente me indignó fue cuando salió el rey en el discurso de aquellas navidades y dijo que la justicia es igual para todos. Y además muchos le creyeron.