lunes, 15 de abril de 2013

Bandera Republicana de la Ciudadanía


Estos días que conmemoramos el advenimiento de la Segunda República Española hace 82 años, hemos visto por las calles numerosas banderas tricolor. El cansancio de una Monarquía caduca, opaca y obsoleta ha logrado desempolvar las banderas que muchos/as tenían guardadas. No voy a negar que me alegró ver las banderas por las calles, más aún cuando mi sentimiento republicano pertenece a ese complicado posicionamiento de republicano español, con todos los matices que queramos ponerle a España, pero consciente de un futuro común en convivencia, alejado de los nacionalismos y separatismos excluyentes que ven en la caída de la Monarquía la base sobre la que sustentar sus nuevos Estados.

Me preguntaba al ver las banderas republicanas si las personas que las portaban lo hacían como reconocimiento y homenaje a aquel período democrático, o con el ansia y los valores renovados para emprender el camino hacia la III República Española. Como tantas veces, en esta ocasión también he de hablar de las banderas como armas arrojadizas que los/as españoles/as utilizamos en los bélicos enfrentamientos diarios.

Nacionalistas e independentistas por un lado, nacionalistas españoles/as por otro y con un denominador común: la intransigencia. De ahí mi preocupación por el apoderamiento partidista de las banderas, en este caso la tricolor. La tricolor ha de ser por su valor simbólico, histórico y sentimental un activo del conjunto de la izquierda, que en su momento aportó vidas y esfuerzos a la defensa de su legitimidad democrática. Sin embargo, nos resultará difícil incorporar bajo esa bandera al grupo de republicanos/as del espectro ideológico de la derecha, porque ese peso histórico de la tricolor no les hace sentirse representados/as.

Y erraríamos si pretendemos construir un sistema republicano democrático, prescindiendo de la derecha. La República ha de ser todos/as y cada uno/a de los/as ciudadanos/as y no de un sector. En muchos casos quienes reclaman la república bajo la bandera tricolor, lo hacen con la nostalgia y los planteamientos de aquella época, sin embargo, casi un siglo después la sociedad ha cambiado, el mundo, el pensamiento, aunque es cierto que los problemas en muchos casos siguen siendo los mismos. Pero las soluciones han de ser diferentes y la experiencia ha de llevarnos a aprender de los errores pasados y a tenerlos muy presentes. La III República no tiene y no debe ser un retorno de la II si no un paso más, una evolución mejorada y corregida, aquí es donde radica el error de muchos/as que pretenden capitalizar y monopolizar el movimiento republicano, limitando su acción a un regreso a aquel modelo y con los mismos argumentos y propuestas.

Debemos pues dejar atrás las nostalgias trasnochadas y trabajar por el futuro, asentar las bases sobre las que construir la alternativa, proponer los cambios y reformas necesarias, hacer camino día a día, paso a paso, pero afianzando cada uno de ellos, de modo que no queden resquicios de una vuelta atrás.

Dejemos pues las Banderas para un futuro y utilicemos la Tricolor como reconocimiento y homenaje, sin apoderarnos de ella, sin monopolizarla y sin utilizarla como arma contra los/as oponentes políticos. Ese no puede ser el camino si queremos instaurar una República de forma democrática y pacífica en España.

8 comentarios:

Antón dijo...

Esa bandera es una estupidez, un engaño y una imposición sin necesidad ni motivo alguno más que el bolchevismo existente del momento.

Por cierto, un diez en el artículo de los 'escraches'. La familia y los hijos no deben de sufrir para nada las consecuencias de la política. ¿Porque no hacen el 'escrache' en los juzgados de donde sale la orden de un desahucio? ¿Porqué no en la casa del juez?

Un saludo.

Pelayo García dijo...

Gracias por participar en este blog una vez más.

Como decía la tricolor para mi representa algo histórico y si queremos decir sentimental y ha de ser respetada como una legitimidad en las urnas de un periodo democrático, para nada representa, en sí misma otra cosa, mucho menos a quienes la utilizan de forma partidista y añorando volver a aquel momento histórico.

Yo pienso en el futuro y no sé ni me importa, de momento, cuál debería ser la bandera de la República Democrática Española que espero.

Sobre los "escraches" lo he dejado claro y tampoco creo que deban hacerse a l@s jueces-as.

Antón dijo...

Ya lo sé. Claro que no se debe hacer a nadie. Sin embargo ya he oído hoy en la mañana que pretenden hacer escrache, al justificar esta práctica una persona bien significada, a los jueces que se consideran 'complices' de colaboración con ETA al dejar a algunos presos libres sin cumplir su condena, dando así un beneficio que no aplican en los casos, por ejemplo, de los desahucios, que es lo que están haciendo esta gente. Es que es la leche esto.

Lo de la bandera, para mi es dos cosas. Histórica, si, vale, lo es. Pero nada más. Es una imposición política, y de momento 'inconstitucional. Y con un color morado que no representa lo que pretendieron, una diferenciación de la que había, que sí que era histórica de verdad. Que luego la modificó el franquismo por el mismo motivo que la de la república. Y ahora está vuelta a lo histórico.

¿Sabes la histórica de la bandera española y de donde salieron sus símbolos? Yo sí lo sé. Por eso me parece miserable tratar de imponerla del mismo modo que se impuso la franquista. Son dos banderas despreciables por quienes quieren vivir en paz y sin complejos políticos.

Un saludo.

Pelayo García dijo...

Efectivamente sé de dónde han salido los símbolos de la Bandera Española, respecto a la Bandera Tricolor y a su uso lo que critico es el uso partidista, pero yo no puedo y no quiero negarle la legitimidad democrática que tuvo en su momento, simplemente creo que no necesariamente ha de ser la de la III República Española.

Con ello, quiero decir que se puede ser perfectamente republicano/a y no utilizar la Tricolor y por ende, que no es necesario enarbolar la bandera tricolor para ser republicano/a.

Much@s de los/as que la portan no saben ni su origen, ni lo que representa, ni siquiera los valores republicanos, pero eso, como en tantos otros aspectos de la vida, es inevitable.

Por ello, seguiré defendiendo un republicanismo sensato y pegado a la realidad, teniendo presente la Historia, pero con la mirada puesta en el futuro.

Anónimo dijo...

Para mi la bandera actual representa la monarquía caduca y el franquismo, no representa a todos. en cambio la republicana representa la libertad, así que la actual no es ni será jamás la mía, ya que me la comí con patatas durante años...es un tema profundamente emocional

FRAN-BCN

Pelayo García dijo...

Gracias por participar FRAN-BCN. Dentro de la libertad individual está también la de sentirse o no representado por una bandera.

Si hacemos un repaso a la historia de la bandera, observaremos que se ha ido adaptando a los tiempos, también la bandera republicana era una evolución de la originaria unificada por Carlos III y eso no le restó legitimidad.

Como siempre he dicho, el debate de las banderas es muy sentimental y muy apasionante, de ahí que, como he defendido en la entrada principal, la bandera de la III República ha de ser algo secundario, primero principios, valores y hechos.

Esnalar dijo...

Ni la revolución francesa cambió su bandera.

Y lo que no se debe es tergiversar la historia para darle una apariencia de legitimidad.

El 'morado' pretendido como símbolo republicano, es una mentira total y absoluta. El pendón de los comuneros de Castilla, de donde viene, es un color decaído por el sol y la poca consistencia en el tintado medieval. El rojo, que era el verdadero color comunero símbolo de la sangre de sus batallas, es el real color que se pretende desvirtuar con un simple propósito.
Hay más gente de la que creéis con mente republicana que no requiere ese color, no por eso dejan de ser republicanos, o votarían mañana mismo por una república.

Pelayo García dijo...

Efectivamente existen muchos/as republicanos/as que no se ven identificados/as con la bandera tricolor y de ahí mi reflexión: inclusión de la ideología republicana, diálogo y no monopolización de los principios republicanos.

Es necesario el respeto, el diálogo y el entendimiento entre las diferentes sensibilidades, si realmente aspiramos a conseguir un día un Estado Republicano.

Lo demás son brindis al sol o pretendidas revanchas carentes de futuro.