El próximo domingo los asturian@s elegimos nuevamente a un Presidente, tras diez meses de fracasado gobierno de la derecha casquista (FAC) y tras sufrir el constante desencuentro y enfrentamiento con su aliado natural (PP).
Ante el panorama que tenemos por delante, debemos elegir a un presidente sólido, estable, dialogante y capaz de alcanzar pactos que faciliten el gobierno y el entendimiento entre la mayoría social y política de Asturias. Por ello, Javier Fernández representa en su persona y en la renovada candidatura que le acompaña un proyecto sólido de futuro, serio y responsable, consciente de las dificultades por las que estamos atravesando y conocedor de primera mano de las necesidades de la sociedad asturiana.
Con Javier Fernández como presidente habremos desterrado la etapa negra, oscura y bronca, que deja una mancha imborrable en la historia colectiva de Asturias y que ha traído fatales consecuencias para l@s asturian@s, orquestada una vez más por la derecha, ahora dividida por su pelea intestina por el poder.
Javier Fernández ha demostrado el pasado mayo que sabe perder, que sabe dejar la iniciativa de formar gobierno a otra formación, aún cuando tendría opciones reales de haberse hecho con la presidencia, pactando con el otro partido de la izquierda parlamentaria. Por eso también Javier Fernández es hoy por hoy el candidato que representa la institucionalidad, el compromiso y el sentido de la responsabilidad, por encima de intereses particulares.
Es por tanto, el candidato que mejor puede representar a la mayoría de la sociedad asturiana, con un discurso pegado a la realidad, al día a día, a las necesidades e inquietudes de la gente y conocedor de que aún no logrando una mayoría absoluta, es capaz de llegar a pactos que garanticen un gobierno fuerte, sostenido y capacitado para sacar a Asturias del atolladero.
Muchas personas de diversas ideologías manifiestan su preferencia por Javier Fernández como Presidente y es que ven en el candidato socialista un valor seguro y ese es su mayor atractivo, que no es una persona de eslóganes, pancartas o populismos, en un candidato de realidades y cercanía. Javier Fernández es asturiano, vive en Asturias, conoce a Asturias, a l@s Asturian@s, sus inquietudes y sus problemas, no es un paracaidista que aterriza como el mesías que guiará una cruzada contra tod@s l@ que no piensen como él.
La relación de Javier Fernández con los agentes sociales, sindicatos y empresarios es fluida y distendida, porque ellos también saben que es un candidato solvente y serio; Más aún cuando han sufrido en sus propias carnes las salidas de tono del actual gobierno, como cuando les convocó para el acuerdo de concertación y ese mismo día a escasos minutos de la reunión convocó estas elecciones innecesarias y costosas (3 Millones de Euros).
Tenemos l@s asturian@s la difícil tarea de elegir entre el inmovilismo, la bronca, el insulto y el desgobierno o la seriedad, el compromiso, la realidad y el esfuerzo por hacerlo lo mejor posible. Con independencia de qué opción elijamos, lo importante es acudir a las urnas, como máxima expresión de libertad en democracia y de modo que al día siguiente podamos exigir a quién hayamos elegido la responsabilidad de custodiar, representar y gestionar nuestro voto.
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