El fantasma de la extrema derecha que recorre nuevamente Europa, los mercenarios piratas del Siglo XXI hoy disfrazados de “mercados” y los inoperantes gobernantes de este Viejo Continente están a un paso de dar al traste con una ilusión colectiva de los ciudadanos europeos y tumbar de un plumazo los derechos adquiridos por los ciudadanos.
Por un lado, los gobiernos europeos, en su mayoría conservadores, están optando por asumir como propias ciertas ideas de la extrema derecha, a fin (dicen) de frenar su auge en toda Europa, para ello no dudan en liquidar el Estado de Bienestar, o en renegar de algunos derechos que los ciudadanos europeos ya dábamos como consolidados.
Estos días es noticia la suspensión del Tratado Schengen por parte de Dinamarca, amparándose en la ambigüedad tan ambigua de la que Europa y sus dirigentes hacen gala, cada vez que tienen que tomar una decisión, por insignificante que esta sea.
Otros países se plantean medidas similares, cayendo en un nacionalismo estúpido y excluyente, que dista mucho del sentimiento europeo de sus ciudadanos.
Los motores de Europa parecen parados, las famosas locomotoras, por un lado dejan hundirse países y por otro reclaman que estos cumplan sus compromisos, ya que los principales inversores son sus nacionales. El Euro se tambalea, pero a nadie parece importarle lo que suceda más allá de la puerta de su casa. Mientras los tiburones tengan carnaza no habrá problemas para los gobernantes de los países fuertes.
Hoy Europa critica a las agencias de calificación, esos entes creados por y para la piratería financiera. Los mismos que días antes del crack de Leman Brothers les habían calificado como excelentes, los mismos que alimentan la especulación con sus pronósticos intencionados, en definitiva una parte importante de la “mierda financiera” que está poniendo en peligro el Estado de Bienestar Europeo, las condiciones de vida y supervivencia de muchos de sus ciudadanos y en definitiva de la misma Europa.
Mientras Europa no plante cara a estos piratas continuaremos recibiendo ataques y continuaremos perdiendo derechos y libertades a cambio de nada, porque nada calma al especulador, que se fortalece cuanto más débiles parecen los gobernantes europeos.
Los dirigentes europeos no se han enterado de que no es tiempo de dividir, marginar o segregar, es más que nunca tiempo de Unión, para salir fortalecidos de esta situación. Han de romperse las rígidas estructuras, han de reformarse Parlamento, Comisión, recuperar un proyecto de Constitución que realmente represente el sentir de los ciudadanos y no el de unas élites alejadas de la calle. Es tiempo de cambios y es tiempo de creer en un Europa Unida y Solidaria, Social y defensora a ultranza del Estado de Bienestar, la Europa de los Ciudadanos y no el corralito en el que pesquen los piratas financieros.
1 comentario:
BIEN DICHO PELAYO!!!
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