En la tarde de ayer asistimos a la ruptura del pacto de gobierno entre CC y PP en las Islas Canarias. Los populares argumentan que no pueden mantener el acuerdo de gobierno con un partido que colabora en prolongar la agonía de un gobierno acabado.Al mismo tiempo dejan la puerta abierta a la negociación “por el interés de los Canarios”. Ante esto cabe puntualizar que cuando CC negocia en Madrid y cuando negocia en Canarias, probablemente y casi con toda seguridad busca lo mejor para Canarias. ¿Pueden los partidos estatales afirmar que ellos defienden los intereses, por seguir con el ejemplo: canarios, en Madrid y en Canarias? En este caso NO.
Parece más bien un movimiento de fichas de cara a la próxima campaña de elecciones autonómicas, de hecho es mucho más fácil hacer campaña desde la oposición y atribuirse los méritos logrados por el gobierno Canario.
Actitud que por habitual no deja de ser sorprendente, un servidor no comprende como
Los pactos políticos en muchas ocasiones pueden parecer chantajes de unos a otros, en este caso lo parece claramente:“O no pactas con ellos en Madrid o nosotros rompemos el pacto en Canarias” sería la amenaza.
El partido popular se caracteriza hace años por solicitar que sea la lista más votada la que gobierne una institución, sin embargo, como en el caso de Canarias, participaron en un pacto contra la lista más votada que era la lista socialista.
Soy partidario de los pactos políticos, porque son el único mecanismo para evitar desmanes totalitarios de los gobiernos, aunque también es cierto que desde hace mucho tiempo reclamo un sistema electoral más justo y más representativo. Propuesta que coincide con varias resoluciones del Consejo de Estado.
Estos días hemos asistido a una reforma dela Ley electoral para evitar que los violentos entren y participen en las Instituciones democráticas y para ello, los dos grandes partidos han llegado a un acuerdo. Sin embargo, vuelven a dejar fuera la reforma en profundidad de la Ley electoral, que sobre representa a los nacionalismos periféricos y les otorga capacidad de condicionar las políticas estatales en función de sus intereses territoriales y castiga a partidos de ámbito estatal como por ejemplo, IU o UPYD.
La solución sería, por ejemplo, crear una bolsa de votos con los restos de todas las provincias y crear una circunscripción de ámbito estatal para esos votos. Esto otorgaría a los partidos mencionados una representatividad acorde con sus votos y los nacionalismos tendrían su representación, abriríamos más las posibilidades de negociación y quizás los presupuestos saldrían a delante con los votos de los partidos Estatales.
No caigamos en la demagogia de los populares de criticar los pactos, cuando son legítimos, acordes a la legalidad vigente y cuando ellos mismos los practican. Más aún cuando han tenido la posibilidad de remodelarla Ley electoral, pero o bien no han querido o bien no se han atrevido.
ese mismo partido en Navarra gobierna gracias a la cesión que le hizo en su día el partido socialista o como no rompen el pacto con ese partido del diablo en País Vasco, etc…
Parece más bien un movimiento de fichas de cara a la próxima campaña de elecciones autonómicas, de hecho es mucho más fácil hacer campaña desde la oposición y atribuirse los méritos logrados por el gobierno Canario.
Actitud que por habitual no deja de ser sorprendente, un servidor no comprende como
Los pactos políticos en muchas ocasiones pueden parecer chantajes de unos a otros, en este caso lo parece claramente:“O no pactas con ellos en Madrid o nosotros rompemos el pacto en Canarias” sería la amenaza.
El partido popular se caracteriza hace años por solicitar que sea la lista más votada la que gobierne una institución, sin embargo, como en el caso de Canarias, participaron en un pacto contra la lista más votada que era la lista socialista.
Soy partidario de los pactos políticos, porque son el único mecanismo para evitar desmanes totalitarios de los gobiernos, aunque también es cierto que desde hace mucho tiempo reclamo un sistema electoral más justo y más representativo. Propuesta que coincide con varias resoluciones del Consejo de Estado.
Estos días hemos asistido a una reforma de
La solución sería, por ejemplo, crear una bolsa de votos con los restos de todas las provincias y crear una circunscripción de ámbito estatal para esos votos. Esto otorgaría a los partidos mencionados una representatividad acorde con sus votos y los nacionalismos tendrían su representación, abriríamos más las posibilidades de negociación y quizás los presupuestos saldrían a delante con los votos de los partidos Estatales.
No caigamos en la demagogia de los populares de criticar los pactos, cuando son legítimos, acordes a la legalidad vigente y cuando ellos mismos los practican. Más aún cuando han tenido la posibilidad de remodelar
ese mismo partido en Navarra gobierna gracias a la cesión que le hizo en su día el partido socialista o como no rompen el pacto con ese partido del diablo en País Vasco, etc…
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